El partido musulmán Coalición por Melilla es presuntamente el principal beneficiario de la trama de compra de votos en la ciudad autónoma. Esto es lo que sospechan los servicios de inteligencia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se encuentran en estos momentos investigando la trama.
Las últimas informaciones apuntan a que la mano negra que movía los hilos en esta trama es Marruecos, que tendría un interés especial en beneficiar a esta formación de cara a las próximas elecciones autonómicas en la ciudad norteafricana. El fraude en los comicios se pretendía llevar a cabo mediante el voto por correo. El 21% del censo pidió voto por correo, siete veces más que en el resto de España. Y supone casi el doble respecto a las elecciones generales de noviembre de 2019, cuando solicitó votar por correo algo menos del 11% del censo electoral de la ciudad.
El modus operandi para alterar la voluntad de los melillenses era sencillo: se pagaba a los votantes por depositar su voto en las oficinas de Correos, donde no se pedía el DNI para ejercer el derecho de voto.
Cabe la pena recordar que las últimas encuestas apuntan una situación muy ajustada entre el bloque de CpM-PSOE y el de PP-VOX, que se disputan el Gobierno de la ciudad española en el norte de África. Un puñado de votos puede decantar la balanza hacia un lado u otro… y eso lo saben muy bien en Marruecos.
El reino alauita no quiere ver a VOX en ningún gobierno y menos en las ciudades españolas que hacen frontera con su territorio y que Rabat reivindica como propias —pese a la inexistencia de base legal y legítima para ello—. Por esta razón el señalamiento a Marruecos está justificado, máxime si se tiene en cuenta que el partido beneficiario es el musulmán.
La supuesta operación de compra de votos por parte de Marruecos tiene aún más sentido si se relaciona con la intervención del presidente del Senado marroquí, que forma parte de un partido aliado del PP, en la que instaba a sus compatriotas a entrar en política española para favorecer a Rabat.
El primer partido en dar la voz de alarma ante este escándalo fue VOX, que denunció las evidentes pruebas de compra de votos, el aumento exponencial de las solicitudes de voto por correo y la ausencia por parte de Correos de exigir el DNI para poder votar.
El portavoz del grupo parlamentario VOX en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, exigió el pasado martes en rueda de prensa eliminar el voto por correo en Melilla ante la «evidencia de fraude electoral» debido a que se estaban comprando votos por unos 100 euros y se habían producido varios atracos a carteros.
Tras esa denuncia ante la Junta Electoral se empezó a exigir la identificación personal y el DNI en el voto por correo, y se están investigando tanto los diferentes robos a los carteros como la posible injerencia de una nación extranjera en una ciudad clave para la seguridad nacional.