Pablo Iglesias, que se reunió con la madre del presunto asesino, no ha denunciado el último crimen en España por motivos políticos.
El asesinato de Víctor Laínez en Zaragoza ha generado una oleada de indignación en muchos ciudadanos de este país. El hombre, que fue agredido por portar unos tirantes con la bandera de España, falleció este martes en un hospital maño. Numerosas organizaciones se han solidarizado con los familiares de Laínez y en Barcelona tuvo lugar un emotivo homenaje por parte de la Hermandad de Caballeros Legionarios de la ciudad.
Desde la izquierda, sin embargo, la mayoría ha preferido guardar silencio. Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, se pronunció a través de las redes sociales con un mensaje que no desvela que el motivo del terrible crimen fue ideológico.
Esto es una brutalidad que no debería pasar nunca en una ciudad como Zaragoza y en un país como España. Mi condena ante esta violencia sin sentido y mi sincero pésame a los familiares y amigos de la persona fallecida. https://t.co/0unILnrurL
— Pablo Echenique (@pnique) 12 de diciembre de 2017
Un día después de conocerse la muerte de Laínez, Iglesias ha expresado su condena. El secretario general de Podemos ha confiado en que la justicia haga su trabajo tras el asesinato de Victor Laínez.
Pablo Iglesias horas antes denunciaba un lamentable vídeo de un joven amenazando Cataluña. Es habitual que el líder de Podemos se posicione acerca de cualquier conflicto ideológico y nunca tiene reparos en señalar «los vestigios fascistas» de nuestro país. Sin embargo, cuando el crimen es cometido supuestamente por alguien del entorno de la ultraizquierda su condena es más tímida
Aunque pilote un tanque y vaya armado, este pobre infeliz es patético. Pero es vergonzoso que vista el uniforme de las Fuerzas Armadas y es también vergonzosa la doble vara de medir en España: titiriteros y tuiteros a prisión y fascistas impunes 👇https://t.co/ujTkPRFEFS
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 12 de diciembre de 2017
Tampoco Alberto Garzón ha querido pronunciarse al respecto. El comunista hace unos meses denunció un acto de protesta en Zaragoza contra Unidos Podemos por «ser organizado por un conjunto de fachas». En realidad, a aquella protesta acudieron ciudadanos de toda índole enarbolando la bandera de España y exigiendo la defensa de la unidad del Estado.
Claro que a la formación morada la enseña nacional no le gusta «ni un pelo». El propio Iglesias aseguró hace unos años que no estaba «dispuesto a posar con la rojigualda» y siempre ha preferido ondear la republicana que la bandera de su propio país. «La identidad de España para la izquierda una vez terminada la Guerra Civil está perdida», sentenció.
Si esperaban alguna reacción por parte de Juan Carlos Monedero temo decepcionarlos. El fundador de Podemos dedicó su jornada a promocionar la candidatura de Julio Rodríguez a la alcaldía de Madrid.
El doble juego de la izquierda española con la violencia es evidente. Tan pronto denuncian protestas pacíficas o las cargas policiales durante el 1-0 en Cataluña, como deciden silenciar un asesinato por motivos ideológicos o una terrible paliza a una mujer indefensa.
El ejemplo más evidente es ‘Alfon’, el joven encarcelado por tenencia de explosivos que la izquierda ha convertido en una suerte de mártir. La realidad, sin embargo, es bien diferente. Al radical le detuvieron el 14 de noviembre de 2012 -día de la huelga general- en la avenida de Buenos Aires, junto a una chica. Les intervinieron un artefacto explosivo que llevaban en una mochila. Contenía, además, tornillería para utilizarla como metralla. Tras su análisis, el Tedax determinó que con el artilugio se habrían ocasionado daños materiales relevantes, pero también heridos. Los magistrados de la Sección 30 le impusieron una pena de cuatro años de prisión por un delito de tenencia de sustancias explosivas, delito recogido en el artículo 568 del Código Penal.
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