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La planta de tratamiento contará con un presupuesto de 106 millones

La Junta de Andalucía (PP) expropia casi 20.000 árboles frutales a agricultores en la Vega de Mestanza para construir una depuradora

Una excavadora talando árboles en la Vega de Mestanza. Redes sociales

La Junta de Andalucía, presidida por Juanma Moreno Bonilla (PP), ha iniciado ya las labores de destrucción de hasta 20.000 árboles para levantar la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Málaga Norte, una infraestructura que ocupará la última gran vega de frutales que aún resistía en la capital malagueña. Los vecinos de la zona, concretamente de la Vega de Mestanza, han recibido en estos días las notificaciones oficiales de expropiación forzosa, lo que marca el inicio del procedimiento por la vía de urgencia, según consta en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

La planta de tratamiento, que también afectará a terrenos de los términos municipales de Cártama y Alhaurín de la Torre, contará con un presupuesto de 106 millones de euros y tendrá capacidad para procesar hasta 75.000 metros cúbicos de aguas residuales diarios, dando servicio a unos 255.000 habitantes. El plazo previsto para la ejecución de la obra es de tres años.

Durante el proceso de exposición pública del proyecto, se registraron un total de 30 alegaciones presentadas por más de 500 ciudadanos y una docena de entidades jurídicas. Sin embargo, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha rechazado todas ellas, comunicando a los interesados sus respectivas resoluciones de forma individual. Entre los argumentos expuestos por los afectados figuraban preocupaciones sobre la legalidad de la ubicación, el riesgo de inundaciones y la pérdida de suelo fértil, así como la existencia de alternativas más viables, como la ampliación de la actual EDAR del Guadalhorce.

La administración andaluza ha desestimado cada uno de estos planteamientos. En cuanto al posible peligro por inundaciones, la Junta señala que este tipo de instalaciones se suelen ubicar en zonas bajas próximas a los cauces precisamente por su función de recoger aguas residuales desde puntos de vertido a menor cota. Además, el proyecto cuenta con el respaldo urbanístico del Ayuntamiento de Málaga, según consta en un informe de la Gerencia Municipal de Urbanismo.

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