Tanto el cártel de Sinaloa como la Mocro Maffía intentan establecerse en nuestro país tras la fácil implantación de otras mafias. La semana pasada, la Policía Nacional desmanteló el primer gran laboratorio de procesamiento de clorhidrato de cocaína. Según publica la web El Debate, esta operación confirma la conexión entre las organizaciones criminales de Colombia y la península de los Balcanes.
La misma información recuerda que finales de abril se informó sobre la fuga de Karim Bouyakhrichan, un líder de la Mocro Maffia, detenido anteriormente en Marbella. Bouyakhrichan está implicado en varios asesinatos por ajustes de cuentas ocurridos en la Costa del Sol en los últimos años.
El 26 de abril, los Mossos d’Esquadra frustraron el desembarco de cuatro toneladas de hachís en Tarragona, transportadas en una narcolancha, un medio cada vez más utilizado por las mafias en el Estrecho de Gibraltar.
A mediados de mayo, la Policía incautó 1.800 kilos de metanfetamina que el cártel de Sinaloa había almacenado en Valencia y Alicante. Desmanteló así otro intento de uno de los grandes cárteles de droga de México de establecerse en España.
Estas cuatro organizaciones del narcotráfico, posiblemente las más poderosas, controlan gran parte del mercado mundial. Ahora buscan establecerse en España debido a la presión policial en sus países de origen.
La Mocro Maffia busca en España principalmente un lugar para blanquear el dinero obtenido del tráfico de hachís y cocaína. En estas regiones, han ganado tal poder que han llegado a amenazar a la Princesa Amalia de Holanda. Sin embargo, la rivalidad entre los clanes de esta red mafiosa provoca tiroteos y ajustes de cuentas en España. Hace una década, el hermano de Bouyakhrichan fue asesinado en Marbella.
Las mafias balcánicas, particularmente la albanesa, controlan el tráfico de cocaína en Europa. Como se descubrió con el laboratorio gallego, han llegado a acuerdos con organizaciones colombianas y bolivianas para transportar cocaína. Mientras, los balcánicos suministran hachís a Sudamérica, donde es cada vez más valorado. En Galicia, tras las grandes operaciones antidroga de los años 90, estos grupos intentan establecerse para distribuir cocaína a toda Europa.
El cártel de Sinaloa sigue intentando establecerse en España, aunque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad frustraban estos intentos en múltiples ocasiones. Este cártel busca aprovechar el puerto de Valencia, el más importante de España para el transporte de mercancías, para introducir droga. Valencia y Alicante, zonas con alto consumo de metanfetaminas, son puntos estratégicos para ellos.
Finalmente, los clanes del tráfico de hachís dominan el Estrecho de Gibraltar. Estos grupos, los más establecidos en España, llevan décadas controlando el tráfico de hachís desde Marruecos a través de narcolanchas y el puerto de Algeciras.