La Policía Nacional ha arrestado en Pamplona (Navarra) a B. Chivite, hermano de la presidenta de la comunidad autónoma, María Chivite, bajo sospecha de un delito de tráfico de estupefacientes. Fuentes policiales han confirmado al diario THE OBJECTIVE que el detenido llevaba consigo «varios tipos de drogas y 2.000 euros en efectivo» al momento de su captura, ocurrida el sábado 6 de julio, coincidiendo con el inicio de las fiestas de San Fermín en la capital navarra.
María Chivite, hermana del detenido por la Policía y miembro del Partido Socialista, fue reelecta presidenta de Navarra en agosto pasado gracias a la abstención de Bildu, que permitió su investidura. En segunda votación, la candidata del PSOE consiguió mantener su cargo con el respaldo de los tres partidos que han firmado un pacto de gobierno en la región: PSN (11 escaños), Geroa Bai (siete escaños, incluyendo al PNV) y Contigo-Zurekin (que incluye a Podemos y tiene tres escaños). UPN (15 escaños), PP (tres) y VOX (dos) se opusieron a su investidura.
Chivite presentó su candidatura ante los 50 diputados forales, pero no obtuvo la mayoría absoluta necesaria en la primera votación. En la segunda vuelta, fue investida por mayoría simple con 21 votos a favor, 20 en contra y la abstención de los nueve escaños de Bildu. Así, el nuevo Ejecutivo no tiene mayoría en el Parlamento de Navarra, al igual que en la legislatura anterior.
El proceso de investidura estuvo marcado por intensas negociaciones entre las formaciones de gobierno, que finalmente acordaron un reparto de cargos: ocho consejerías para el PSOE, cuatro para Geroa Bai y una para Contigo-Zurekin. Las elecciones generales y las discrepancias entre los socios retrasaron las negociaciones, llegando casi al punto de ruptura a principios de agosto.
Los socios de gobierno establecieron sus prioridades para los próximos cuatro años, mientras que Bildu advirtió a Chivite que su apoyo no sería incondicional y que tendrían mayores exigencias que en los últimos cuatro años. Bildu ha apoyado la reedición del Ejecutivo foral, criticando la «guerra de cargos» entre el PSN y Geroa Bai y sugiriendo que podrían haber votado a favor de la investidura para desbloquear la situación si hubiera sido necesario, lo cual finalmente no fue el caso.