La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llega a Marruecos en su investigación sobre la trama de corrupción vinculada a José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y pone el foco en una cuenta bancaria sospechosa gestionada en el Bank of Africa, institución financiera estrechamente ligada al rey Mohamed VI.
El juzgado competente, a petición de los agentes, ha enviado un requerimiento oficial a los servicios centrales de esta entidad con sede en Casablanca, solicitando toda la documentación sobre una cuenta que habría sido utilizada en el marco del presunto sistema de adjudicaciones irregulares a cambio de comisiones. Se trata de una de las 479 cuentas detectadas por la UCO en 35 bancos distintos, doce de ellos con sede fuera de España, según avanza The Objective.
Aunque el depósito fue abierto en 2011 desde la sucursal que el Bank of Africa tiene en el distrito de Salamanca de Madrid, la orden judicial prohíbe expresamente notificar nada a esa oficina ni al titular de la cuenta, para evitar filtraciones. El saldo fue cerrado en marzo de 2021, meses antes de la salida de Ábalos del Ejecutivo.
Los investigadores han solicitado información completa sobre todos los productos financieros asociados a los titulares de la cuenta, así como la existencia de posibles cajas de seguridad. La cuenta, abierta durante una década, se convierte en pieza clave para seguir el rastro del dinero supuestamente obtenido de forma ilícita a través de contratos públicos.
El Bank of Africa, anteriormente conocido como Banco Marroquí de Comercio Exterior (BMCE), es actualmente la tercera mayor entidad financiera de Marruecos y posee una destacada proyección internacional, con sucursales en Europa, China y los Emiratos Árabes Unidos. Su presidente, Othman Benjelloun, íntimo del monarca marroquí, controla el banco desde hace décadas y es uno de los hombres más ricos del país magrebí, con una fortuna estimada en 1.400 millones de dólares.
Este vínculo con la monarquía se hace evidente en la sede central de la entidad en Casablanca, una torre de 45 plantas que lleva el nombre de Mohamed VI y cuya inauguración fue presidida por el propio rey. Benjelloun solo es superado en riqueza por el primer ministro Aziz Akhannouch y el propio soberano, lo que sitúa al banco en el centro del poder económico y político del país.
Los vínculos con Marruecos no se limitan al ámbito financiero. En una conversación interceptada por la UCO, fechada el 9 de abril de 2019, Koldo García menciona al país norteafricano en el contexto de los presuntos sobornos por contratos públicos: “También está el tema de Marruecos, que eso sale y aquí nadie dice nada”, le dice a Ábalos. Esta charla tuvo lugar poco después de que el entonces ministro de Transportes viajara oficialmente a Rabat en representación del presidente Pedro Sánchez.
Durante esa visita, Ábalos se reunió con el jefe de Gobierno marroquí y con cinco ministros del área de infraestructuras. El objetivo del viaje era abrir camino a las constructoras españolas en futuros proyectos de alta velocidad ferroviaria, carreteras y tranvías. Entre las empresas interesadas figuraba Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), con sede en el País Vasco, que aspiraba a encargarse de las nuevas líneas de tranvía de Casablanca.
En su momento, el Ministerio de Transportes destacó en una nota que “el ministro ha trasladado al mandatario marroquí el interés de España de establecer vínculos en políticas de infraestructuras y facilitar la participación de las empresas españolas en el desarrollo de los proyectos de este país”.
La UCO extiende su investigación a nivel internacional, siguiendo las huellas del dinero presuntamente desviado a través de tres continentes. Además del Bank of Africa, en África, hay otras entidades bajo lupa con sede en América —como JP Morgan (EE.UU.), Banco do Brasil y Pichincha (Ecuador)— y en Europa: BNP Paribas (Portugal), Commerzbank y Deutsche Bank (Alemania), Société Générale, Crédit Agricole y HSBC (Francia), ING (Países Bajos) e Intesa Sanpaolo (Italia).