La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil continúa las investigaciones por la trama corrupta del PSOE liderada por Santos Cerdán, la mano derecha en el PSOE del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en prisión como jefe de la organización criminal a la que también pertenecerían el exministro José Luis Ábalos y su asesor, Koldo García, aunque no se descarta más nombres.
Una de las líneas en las que está centrada es la ramificación en el País Vasco, ya apuntada en su informe del pasado 5 de junio. En el PSE muestran su inquietud y su preocupación por los cargos orgánicos «muy próximos» a Cerdán.
El lehendakari, Imanol Pradales, ya anunció que el Ejecutivo regional que iba a realizar «un análisis exhaustivo de la contratación pública realizada en los últimos 10 años» ante los «gravísimos acontecimientos» que afectan al PSOE.
Uno de los empresarios sospechosos es Antxon Alonso, nacido en Elgoibar (Guipúzcoa), y propietario de la firma Servinabar, que logró contratos con la administración de Navarra y fue una de las sociedades adjudicatarias de la trama Koldo. La Guardia Civil halló además un contrato de compraventa según el cual Santos Cerdán sería propietario desde 2016 del 45% de Servinabar. Cerdán apuntó que Alonso intercedió entre el PSOE y el PNV para que los jeltzales apoyaran la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy de la presidencia del Gobierno.
El instructor del ‘caso Koldo’ en el Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, dio el paso de decretar prisión para Cerdán tras escuchar su declaración como imputado. Cerdán negó cualquier implicación en la trama, negó también pagos al PSOE, al tiempo que aseguró que su irrupción en la causa era fruto de una cacería política por ser «el arquitecto» de los gobiernos de la izquierda.