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MUCHO DE ELLOS SON MENORES DE EDAD

Las FCSE advierten de un aumento significativo de entradas de ilegales a nado en Ceuta y Melilla

Valla del Tarajal (Ceuta). La Gaceta de la Iberosfera

Desde las entradas masivas que tuvieron lugar en Ceuta en mayo de 2021, la presión migratoria sobre las Ciudades Autónomas no ha parado de aumentar. Hasta tal punto que prácticamente a diario se suceden entradas ilegales a nado en Ceuta y Melilla ante el silencio del Gobierno y los principales medios de comunicación. Según fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) consultadas por este medio, desde comienzos de año este tipo de accesos han aumentado significativamente.

Las últimas entradas con este modus operandi se registraron este mismo martes: tres inmigrantes ilegales accedieron a Ceuta a través del espigón del Tarajal durante la madrugada. Así, de noche y sin luz natural, es como, según las FCSE, acceden los ilegales en la mayoría de ocasiones sin ser vistos.

Las mismas fuentes añaden que estos ilegales iban ataviados con un traje de neopreno para protegerse de las bajas temperaturas del mar. Circunstancia que también se da en Melilla donde los ilegales incluso acuden la oficina de asilo con el citado traje puesto, según la Policía.

Los ilegales que accedieron el martes a Ceuta eran de nacionalidad argelina y marroquí; sin embargo, la variedad de nacionalidades que acceden por esta vía a la ciudad es bastante amplia.

Otro episodio reciente en Ceuta se dio entre la tarde del pasado jueves y la madrugada del viernes 6 de enero, cuando ocho inmigrantes ilegales de origen marroquí y egipcio fueron interceptados por agentes de la Guardia Civil. Seis de ellos eran menores edad, en una horquilla entre los 15 y 17 años, según fuentes del instituto armado. Todos iban provistos de traje de neopreno y aletas y, en esta ocasión, fueron ayudados por un ciudadano marroquí a su llegada a territorio español.

Inmigrantes de origen yemení

Otro de los asuntos que sorprende a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es el notable aumento de inmigrantes de origen yemení detectados en la Ciudad Autónoma de Ceuta. Estos sujetos también siguen el mismo modus operandi para acceder ilegalmente a territorio español: la entrada a nado.

En este caso concreto, estos inmigrantes se acogen a su derecho a protección internacional al alegar en las oficinas de asilo haber huido de la República de Yemen como consecuencia del conflicto bélico que se vive en ese país.

Según los agentes consultados por este medio, en la actualidad hay casi una treintena de ilegales de origen yemení en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, todos jóvenes menores de 30 años. Allí, según esta mismas fuentes, pueden llegar a permanecer meses hasta que se dan por concluido los trámites burocráticos por parte de la Oficina de Asilo y Refugio.

El caso concreto de Melilla

En Melilla, las circunstancias son bastantes similares a las que se dan en Ceuta, pero los inmigrantes nadan una distancia mayor dada la separación marítima que se produce en este caso concreto.

Según un informe interno al que ha tenido acceso este medio, los ilegales permanecen en el agua durante algo más de media hora desde que salen de Beni Ensar (Marruecos) hasta que llegan al puerto de Melilla.

Punto de salida en el puerto de Beni Ensar visto desde Playa Bocana (Marruecos) – Fuente: FSCE

Esta circunstancia se da desde hace más de dos años y, pese a que los agentes policiales han informado de ello con todo tipo de detalles, es un problema que persiste y que, incluso, ha aumentado durante el último año. Según los informes consultados, para acceder a Melilla, los ilegales parten desde las inmediaciones del faro marroquí de Beni Ensar. Desde este punto se arrojan al mar y nadan hasta llegar a la zona de las escolleras del puerto de Melilla; una vez allí, entran en España por la zona de Melilla la Vieja.

En lo que va de año, más de 20 inmigrantes ilegales han entrado en Melilla con este método. Las entradas a esta ciudad son mayores que las que se producen en Ceuta, y la mayoría de los ilegales que acceden al país desde esta región son de nacionalidad marroquí.

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