El presidente de GAD3, Narciso Michavila, se ha victimizado meses después de errar en sus triunfalistas sondeos (para el PP), contribuir a la demonización de VOX y desmovilizar a buena parte de los electores en las elecciones generales del pasado 23 de julio.
En una entrevista publicada este martes en ABC, Michavila no pone el foco en la ausencia del líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, en el debate electoral, sino en que Santiago Abascal sí asistiera. «Hay tres millones de electores que apuestan por la oferta de VOX, pero hay muchos otros que no los quieren en el Gobierno. No se visualizó que Sánchez iba a depender de Puigdemont y sin embargo sí se visualizó que Feijoo iba a depender de Abascal», afirma, al tiempo que subraya que en provincias como Pontevedra, La Rioja, Gerona o Lérida VOX no debió presentarse.
«Olvida» Michavila las provincias en las que un puñado de votos a VOX hubiera arrebatado escaños a la izquierda y posibilitado la mayoría alternativa al Gobierno de socialistas, comunistas, separatistas y filoterroristas. El caso más claro se dio en la provincia de Albacete, donde el PP con 88.144 votos logró dos escaños; el PSOE con 75.969 se hizo con otros dos; y VOX con 36.698 no consiguió escaño. Al PP le sobraron 12.174 votos —con 12.174 votos menos hubiera tenido los mismos escaños (dos)— y a VOX le faltaron 1.287 para arrebatar uno al PSOE y añadir uno a la alternativa (tres).
Algo similar ocurrió en Sevilla, donde VOX consiguió un escaño y no logró el segundo por 7.252 votos. En la provincia, al PP sobraron más de 40.000 votos que no se tradujeron en nuevos escaños. En Tarragona, a VOX sólo le faltaron 2.683 escaños para lograr su primer diputado y arrebatárselo a Junts. En esta provincia, hubo 9.500 votos que al PP no le sirvieron para lograr un escaño. El resultado fue PSC dos; ERC uno; PP uno; Sumar uno; Junts uno y VOX cero.
La misma situación se dio en Burgos, donde a VOX faltaron 8.954 votos para conseguir su primer escaño en detrimento del PSOE. Mientras, al PP le sobraron aproximadamente 13.000. En Baleares, VOX no pudo conseguir el segundo escaño que sí tuvo el 10-N. Fueron 25.000 los votos de diferencia con el último escaño del PSOE, mientras al PP le sobraron casi 30.000.
Así, el llamamiento al «voto útil» durante toda la campaña por parte del propio Michavila y el PP sumado a la demonización permanente de VOX no permitió la alternativa.
El triunfalismo de Michavila: el PP iba a tener «seguro» 150 escaños
Michavila apeló en la campaña al «voto útil» al PP y dio por hecho que Sánchez iba a perder la presidencia del Ejecutivo. «Va a haber una participación elevada y un PP que seguro tiene ya más de 150 diputados pero es que además día a día no para de crecer», afirmó en 13TV durante la campaña.
«La concentración del voto de centro-derecha en torno al voto útil al PP es lo que me permite seguir diciendo los que vengo diciendo desde enero, que Pedro Sánchez abandona La Moncloa el 24 de julio», afirmó en una entrevista en The Objetive. «La mayoría absoluta entre PP y VOX la doy por hecha«, manifestó en COPE. «El escenario está muy pintado, la derecha tiene muy fácil optimizar, y el llegar a los 160 del PP que es la pesadilla de Sánchez», agregó en esRadio. «Si la campaña sigue así, lo que es una marea azul va a terminar siento un tsunami azul».
En la propia noche electoral, Michavila afirmó que el PP tendría 1,5 millones de votos más que el PSOE (al final fueron 330.000) y que el PP iba a ganar los comicios con 150 diputados en el Congreso, y alcanzar la mayoría absoluta si pactaba con VOX, que iba a conseguir 31. El resultado fue 137 el PP, 121 el PSOE, 33 VOX y 31 Sumar.