Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía desplegados en Cataluña afirman que no recibieron ningún tipo de orden especial para controlar los accesos en la frontera más allá de los cotidianos de tráfico ante la llegada del prófugo Carles Puigdemont.
El Ministerio del Interior informó este martes al juez instructor de la causa del golpe separatista, Pablo Llarena, que en los supuestos «dispositivos de control» establecidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil en la frontera con Francia «no se detectó en momento alguno» a Carles Puigdemont, y que su detención «ha sido, es y será hasta su cumplimiento un objetivo operativo para todas las unidades y servicios policiales del Ministerio».
Asimismo, relató que los Mossos les informaron «del diseño de su dispositivo específico y especial para proceder a la detención una vez fuese localizado». «Desde los días previos al 8 de agosto Policía Nacional y Guardia Civil mantuvieron activados los controles en fronteras, puertos y aeropuertos, y en el conjunto de Cataluña, sobre todo en la ciudad y área de influencia metropolitana de Barcelona», añadió.
Pese a ello, admitió que «dada la competencia y capacidades operativas de los Mossos como policía integral en Cataluña en materia de seguridad ciudadana, policía judicial y de investigación criminal y policía administrativa», Policía Nacional y Guardia Civil «no realizaron operativos paralelos» para detener al expresidente.
Mientras, en el Tribunal Supremo se cree que la fuga de Carles Puigdemont evidencia que el Gobierno de Pedro Sánchez no cumple el mandato judicial porque no lo comparte.