Varias asociaciones agrarias han convocado una manifestación el miércoles 4 de junio a las 12.00 horas en defensa del cereal español frente al Ministerio de Agricultura, en Madrid. La protesta, impulsada por ASAJA, COAG y UPA, busca denunciar la grave crisis que atraviesa el sector cerealista, golpeado por la caída de precios, el alza constante de los costes de producción y la entrada masiva de grano de terceros países como Marruecos y Ucrania sin controles arancelarios ni fitosanitarios.
Los convocantes alertan de que, pese a que la cosecha de este año se prevé un 20% superior a la del año pasado —con una producción estimada de 19,5 millones de toneladas en todo el país—, la rentabilidad para los agricultores es prácticamente inexistente. Denuncian que, en regiones como Castilla y León, los beneficios por hectárea apenas alcanzan los 20 euros, lo que consideran «insostenible» tras un año entero de trabajo.
Uno de los principales focos de malestar del sector es la competencia desleal provocada por la importación de cereal extracomunitario en condiciones preferenciales. Según ASAJA, COAG y UPA, mientras los agricultores europeos deben cumplir estrictas exigencias medioambientales y asumir costes crecientes por fertilizantes —encarecidos por los aranceles europeos a Rusia y Bielorrusia—, productos de países terceros como Marruecos o Ucrania inundan el mercado sin restricciones, desestabilizando los precios y perjudicando gravemente la viabilidad de las explotaciones nacionales.
Las organizaciones agrarias critican además que las políticas impulsadas desde Bruselas, como el Pacto Verde Europeo, están agravando la situación. Acuerdos respaldados tanto por el Partido Popular como por el Partido Socialista, afirman, están imponiendo nuevas restricciones medioambientales que aumentan los costes para los agricultores sin compensaciones suficientes.
Entre las principales demandas del sector se encuentra la creación de un programa de ayudas directas para compensar el sobrecoste de los fertilizantes, con fondos ligados a facturas de compra reales, para que lleguen exclusivamente a los profesionales del campo. Además, exigen una defensa activa de los intereses del cereal español ante la Unión Europea, con una revisión urgente de los tratados que permiten la entrada sin control de cereal foráneo y la aplicación de medidas de defensa similares a las ya adoptadas en otros sectores agrícolas.
«La rentabilidad del cereal no puede depender de cosechas excepcionales mientras los precios se hunden y los costes siguen disparados», advierten las organizaciones, que no descartan una escalada de movilizaciones si no se toman medidas inmediatas.