Los asesinatos y homicidios cometidos por inmigrantes han aumentado un 69% en los últimos diez años en España, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior en respuesta a una solicitud de acceso a la información realizada por LA GACETA.
Las cifras oficiales, que abarcan el periodo de 2013 a 2023, reflejan un incremento sostenido en las detenciones e investigaciones a extranjeros vinculados a homicidios dolosos y asesinatos consumados. En 2013, el número de detenidos o investigados de nacionalidad extranjera era de 81, mientras que en 2023 la cifra ascendió a 137, lo que supone un crecimiento del 69% en una década.
En términos generales, el número total de detenciones e investigaciones por homicidio ha pasado de 311 en 2013 a 399 en 2023, lo que representa un incremento del 28% en el conjunto de los casos. Sin embargo, el aumento es especialmente significativo en el caso de los inmigrantes, cuya implicación en este tipo de delitos ha crecido a un ritmo muy superior al de la media.

El desglose por años muestra que en 2016 se superó por primera vez la barrera de los 100 detenidos extranjeros, con 107 casos, y en 2023 la cifra alcanzó su máximo con 137 casos. En contraste, el número de detenidos de nacionalidad española se ha mantenido más estable a lo largo del tiempo, lo que sugiere que el peso de los delitos de homicidio cometidos por extranjeros ha crecido proporcionalmente dentro del total de asesinatos registrados en el país.
Aumenta el número de extranjeros en prisión
A estos datos se suma el incremento en el número de reclusos extranjeros. Según datos oficiales, un 28% de la población carcelaria en España está formada por extranjeros. La población de reclusos marroquíes, colombianos, rumanos y argelinos es especialmente prominente, y los marroquíes lideran este grupo con una cifra que supera los 5.400 presos, lo que representa el 29,5% de la población carcelaria extranjera. Esta cifra es desproporcionada en comparación con la representación de los marroquíes en la población general de España, donde su porcentaje apenas alcanza el 1,9%.
Y es que, de acuerdo con los datos oficiales del Ministerio del Interior, desde 2020 los presos extranjeros han aumentado un 16%, revirtiendo la disminución sostenida de la década anterior. En contraste, el número de presos de nacionalidad española sólo ha crecido un 3% en ese mismo periodo.