Los delitos contra la libertad sexual en Vitoria se han disparado este año, duplicándose respecto al mismo periodo del año anterior. Entre enero y septiembre, la Ertzaintza registró 107 agresiones sexuales, frente a las 54 del año pasado. La mayoría de estos casos ocurrieron en el entorno familiar o cercano a la víctima. En total, ambos cuerpos policiales manejan 143 denuncias relacionadas con la libertad sexual. Cabe destacar que la Fiscalía ya admitió hace escasas semanas que el 64% de detenidos por delitos sexuales en Vizcaya son inmigrantes.
En el ámbito de la violencia de género, se han registrado 787 casos, lo que supone un incremento del 2% respecto al año pasado, con una media de casi tres expedientes diarios remitidos al juzgado especializado en violencia contra la mujer. Por otro lado, los casos de violencia doméstica, que se refieren a agresiones en el entorno familiar no dirigidas específicamente contra mujeres, han experimentado un descenso del 9%, pasando de 233 a 212 incidentes.
En cuanto a los delitos en general, 48,6 infracciones penales son registradas cada día en Vitoria. Entre enero y septiembre, la Ertzaintza y la Policía Local contabilizaron 13.335 delitos, un aumento del 5,4% respecto a los 12.641 del mismo periodo en 2022. Este crecimiento se debe, principalmente, al incremento de robos violentos y de fuerza, así como al auge de agresiones sexuales.
Los robos con violencia en la vía pública son una preocupación creciente. 292 personas denunciaron haber sido abordadas por desconocidos que, mediante amenazas o agresiones, les robaron pertenencias como carteras o teléfonos móviles. Según fuentes policiales, estos asaltos son cometidos, en gran parte, por grupos de jóvenes desarraigados y okupas, muchos de ellos vinculados a locales abandonados en zonas como la calle Bruno Villarreal y Cruz Blanca. Esta situación ha provocado movilizaciones vecinales, especialmente en barrios como Coronación y Aldabe, donde los residentes denuncian conflictos sociales agravados por el tráfico de drogas y enfrentamientos entre traficantes.
Los hurtos y los delitos informáticos, aunque contenidos, siguen siendo los ilícitos más frecuentes, representando el 44% de las denuncias. Las estafas online, en particular, son un desafío para las autoridades, ya que la localización de ciberdelincuentes sigue siendo una tarea compleja. Los agentes recomiendan precaución ante ofertas sospechosas en internet, como alquileres vacacionales o productos a precios excesivamente bajos.
En este contexto, los sindicatos policiales han denunciado la falta de recursos y personal. La Policía Local, en particular, ha experimentado cierres puntuales de unidades debido a la escasez de efectivos. En respuesta, el gobierno municipal ha propuesto un incremento de 50 agentes en la plantilla, con una convocatoria inicial para 25 plazas que se pondría en marcha la próxima primavera.
Con estas cifras en aumento, la seguridad en Vitoria refleja una tendencia que la asemeja cada vez más a otras ciudades españolas, enfrentando desafíos significativos en la gestión de la delincuencia y la protección de sus ciudadanos.