Decenas de jóvenes saharauis se concentraron ayer sábado en las inmediaciones de la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, para denunciar el cambio de postura del Gobierno de Pedro Sánchez respecto al Sáhara Occidental. La manifestación coincidió con el aniversario de los acuerdos tripartitos de Madrid, que en 1975 sellaron el destino de la excolonia española y dieron paso a la ocupación marroquí, una realidad que persiste desde hace 49 años.
En un mensaje cargado de indignación, los jóvenes lanzaron un aviso contundente a los dirigentes socialistas: «No hay nada más peligroso que una juventud que ya no tiene nada que perder». Esta protesta se organizó tras la decisión del Ministerio del Interior de trasladar las concentraciones fuera de la sede principal del PSOE, donde se han registrado numerosas manifestaciones en el último año. El encuentro tuvo lugar en las escaleras de la parroquia del Inmaculado Corazón de María, cerca de la intersección con la calle Marqués de Urquijo.
La protesta estuvo acompañada de música saharaui y declaraciones históricas del expresidente socialista Felipe González, recogidas durante su visita a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf en 1976. En aquel momento, González prometió a los saharauis: «Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final», una postura que contrasta con su actual defensa de las tesis marroquíes. Para los manifestantes, estas palabras simbolizan las promesas incumplidas del PSOE y su papel en lo que consideran una traición histórica.
Taleb Alisalem, uno de los organizadores, calificó al PSOE como «el mayor lobby para legitimar la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos». Además, criticó al partido por convertirse en una herramienta al servicio del régimen marroquí: «Sánchez y el PSOE nos persiguen incluso dentro de España», afirmó. Según Alisalem, el cambio de postura del Gobierno español ha tenido consecuencias graves, como el rechazo sistemático de solicitudes de asilo de presos políticos y activistas saharauis procedentes de las zonas ocupadas.
En un comunicado, los jóvenes firmantes recordaron que España tiene una «responsabilidad histórica, jurídica y moral» con el pueblo saharaui. Denunciaron la deportación y persecución de sus compatriotas, el silencio cómplice del Gobierno español y la falta de protección para quienes buscan refugio. «No aceptamos que nuestras hermanas y hermanos sean ignorados ni que se cierren las puertas a quienes piden asilo, protección y dignidad», reza el texto.
Los manifestantes señalaron que la causa del Sáhara no es solo política, sino profundamente humana: «Hablamos de madres que lloran a sus hijos desaparecidos, de jóvenes sin futuro, de familias separadas por un muro de vergüenza e injusticia», expresaron. Además, subrayaron la resistencia de su identidad frente a los intentos de borrarla, destacando que su lucha no se detendrá.
La protesta tuvo lugar apenas unas horas después de otra movilización prosaharaui que recorrió el centro de Madrid hasta la Puerta del Sol. Ambas manifestaciones reflejan el creciente malestar de la comunidad saharaui en España ante lo que consideran una traición histórica y la complicidad de las autoridades españolas con el régimen de Marruecos.