Un nuevo escándalo salpica a los Mossos d’Esquadra tras la detención de un agente de la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) por supuestamente haber vendido información confidencial a un grupo delictivo. La investigación, dirigida por Asuntos Internos, señala que el policía habría recibido dinero a cambio de compartir datos sensibles, aprovechando su acceso privilegiado como miembro de esta prestigiosa división de la policía catalana. A pesar de la gravedad del caso, las autoridades han confirmado que las investigaciones recientes de la UCSE no se han visto comprometidas, ya que el grupo criminal no estaba relacionado con sus operaciones.
Según fuentes cercanas al caso, el agente llevaba tiempo bajo la lupa de la Comisaría General de Investigación Interna y Asuntos Disciplinarios. Aunque durante sus jornadas laborales no generaba sospechas entre sus compañeros o superiores, se había visto envuelto en problemas personales, incluida una presunta adicción, que podrían haberlo llevado a entablar contacto con la organización delictiva. El agente, asignado al Complejo Central de los Mossos en Sabadell, supuestamente aceptaba pagos a cambio de información policial, aunque estas acusaciones aún deberán ser confirmadas en sede judicial.
El juzgado que instruye el caso ha decretado secreto de sumario, lo que limita el acceso a más detalles por el momento. Entretanto, la Dirección General de la Policía ha iniciado una investigación interna, denominada Información Reservada, mientras el agente ha sido apartado de sus funciones. Este procedimiento busca esclarecer si el detenido actuó en solitario o si existen posibles ramificaciones dentro del cuerpo.