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Aseguran que subestimaron la posibilidad de que Puigdemont regresara con la intención de huir de nuevo

Los Mossos reconocen al juez Llarena que su dron dejó de enfocar a Puigdemont justo antes de darse a la fuga

Salvador Illa visita el Complejo Central del Cuerpo de Mossos d'Esquadra - Europa Press

La vigilancia aérea de los Mossos d’Esquadra perdió el rastro de Carles Puigdemont en un momento crucial, justo antes de que se diera a la fuga en un coche blanco. En lugar de seguir enfocando el área donde se encontraba el vehículo, el dron cambió de objetivo y centró su atención en las autoridades y la multitud que se dirigía hacia el Parlamento catalán.

Así lo revela el informe de 25 páginas que los Mossos d’Esquadra han enviado al Tribunal Supremo. Según este documento, al que el diario El Confidencial ha tenido acceso, la vigilancia aérea perdió el rastro del expresidente catalán entre las 09.03 y las 09.10 de esa mañana, cuando entró en una carpa que rodeaban un centenar de personas que formaban una barrera humana, lo que «dificultó la visión desde el aire». Cinco minutos después, se produjeron dos movimientos simultáneos que resultaron ser determinantes para la fuga.

Un coche blanco, que sería el vehículo de escape, emergió de un aparcamiento subterráneo cercano y se posicionó junto al perímetro exterior del vallado de las carpas. Mientras tanto, un colaborador de Puigdemont, que se encontraba dentro del vallado, comenzó a manipular las vallas, cortando las bridas que las sostenían para facilitar la salida del expresidente. A las 09:09, el dron captó estas maniobras, pero a las 09:10, justo antes de que Puigdemont saliera hacia el vehículo, el aparato cambió de plano y comenzó a filmar a los políticos y autoridades que se desplazaban hacia el Parlamento.

El informe de los Mossos subraya que el dron no registró el momento exacto en que Puigdemont abandonó la carpa y se subió al coche. Para cuando el dron volvió a enfocar la zona del vallado, el vehículo blanco ya no estaba allí, y Puigdemont había desaparecido. Solo un agente de paisano, mezclado entre la multitud, logró percatarse de los movimientos del expresidente.

Los Mossos admiten que subestimaron la posibilidad de que Puigdemont regresara a España con la intención de huir de nuevo. Según el escrito, firmado por el comisario jefe Eduard Sallent, la confusión y el caos que se desarrollaron esa mañana fueron aprovechados por un grupo de fieles a Puigdemont para ejecutar una estrategia de distracción que dejó a la policía autonómica desconcertada y sin capacidad de reacción. El relato finaliza señalando que el operativo cayó en una trampa muy bien planeada, lo que permitió al líder de Junts escapar sin ser detectado.

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