«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los padres de Julen asisten a una vigilia por su hijo arropados por 200 personas

El canto religioso ha arrancado lágrimas a los asistentes, que en sus letras clamaban que necesitaban a Julen «en mi casa más que nunca, ya queda poco, ya queda poco, qué poco queda».

Los padres del pequeño Julen, que el pasado 13 de enero cayó en un pozo en Totalán (Málaga), han asistido este jueves en el pueblo a una vigilia convocada para rezar por su hijo, en la que han estado acompañados por unas doscientas personas.

En una explanada a la entrada del municipio, centenares de personas desplazadas desde varios lugares de la provincia han arropado desde las 20:30 horas a los padres del pequeño Julen, de 2 años, quienes se encontraban muy emocionados y no podían contener las lágrimas.

El acto ha sido conducido por Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, la niña asesinada en Huelva en 2008 y que ha anunciado esta convocatoria a primera hora de la tarde de este jueves «para que Dios obre ese milagro y le dé fuerzas a los mineros, a Julen y a sus padres».

Una pancarta realizada por los asistentes rezaba «desde Palma-Palmilla Dios está contigo Julen», un apoyo que los padres del pequeño han agradecido a los asistentes.

Uno de los momentos que más ha emocionado a los asistentes ha sido cuando todos se han abrazado para «agradecer la fortaleza que se le ha dado a los padres y a la familia», ha señalado Cortés, un acontecimiento que ha arrancado gritos de «amén».

«Es muy fuerte lo que se está sintiendo aquí, ya que todos los ciudadanos queremos a Julen con nosotros pronto, España está con Julen», ha destacado Cortés, que ha pedido cantar oraciones y alabanzas por el pequeño, una demanda a la que se han unido todos los asistentes en una sola voz.

El canto religioso ha arrancado lágrimas a los asistentes, que en sus letras clamaban que necesitaban a Julen «en mi casa más que nunca, ya queda poco, ya queda poco, qué poco queda».

La vigilia continuaba aún una hora después de su comienzo con cánticos de los asistentes.

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