La semana del 21 al 24 de noviembre se debatirá en el Congreso de los Diputados la ley más importante que tiene que sacar cada año el Gobierno: los Presupuestos Generales del Estado. Hasta ese debate, en el que se votarán los centenares de enmiendas presentadas por los diferentes grupos parlamentarios, el Ejecutivo debe negociar con todos sus socios de investidura si quiere recibir su apoyo.
Una de las cosas que más llaman la atención de estos Presupuestos, además del dinero destinado a la inmigración ilegal, son las enormes cantidades destinadas a políticas feministas y de género en detrimento de otras cuestiones bastante más necesarias y prioritarias. El Gobierno, por ejemplo, destina 259 millones de euros al Bono social térmico para, supuestamente, proteger a los más vulnerables, pero gasta 224 millones de euros en violencia de género.
El Ejecutivo también destina 41,4 millones de euros con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia al “Plan España País Accesible” en el marco de la dependencia, pero es que dedica 18 millones más, 59,35 millones de euros, al “Plan España te protege contra la violencia machista”.
En los Presupuestos de 2023, como ocurriera en los de los últimos años, el presupuesto dedicado al Ministerio de Igualdad crece considerablemente. En esta ocasión está previsto un incremento del 9% respecto a la partida de 2022, ascendiendo a 573 millones de euros.
Con menos de la mitad de ese presupuesto se podría, por ejemplo, vacunar de por vida a todos los nacidos en España en un año. En el año 2021 nacieron en España 336.811 niños. Siendo el coste de un programa de vacunación completo alrededor de 676 euros por persona ―726,06 euros por cada mujer sana y 625,89 euros por cada hombre sano durante el 2019―, el presupuesto para vacunar a por completo a los nacidos en un año en todo el país ronda los 228 millones de euros; menos de la mitad de la partida destinada a Igualdad.
¿Qué pasaría si el dinero presupuestado para el ministerio de Irene Montero se dedicara a libros de texto? El gasto medio en libros de texto de un alumno de primaria es de 112,63 euros por curso. En el curso 2021-2022 hay matriculados 2.795.572 alumnos en educación primaria. Por tanto, el gasto total en libros de texto ha sido de 314,8 millones de euros. Es decir, con solo el 55% del presupuesto de este ministerio se podría cubrir todo el gasto de las familias españolas en los libros de texto de sus hijos en educación primaria.
Además, el Ejecutivo de Sánchez gastará 20.000 millones, en este año y los siguientes hasta 2025, en el Plan Estratégico para la Igualdad; es decir, más feminismo. ¿Qué se podría hacer con semejante cantidad de dinero? Pongamos que en vez de de decicarlo a esas políticas ideológicas se destinara a comida para personas sin recursos.
Según un estudio de la Universidad de Barcelona, el 10,7% de la población ―4.885.578 habitantes― recibe ayuda para acceder a la comida. Suponiendo 15 euros al día por persona para 3 comidas al día, alimentar a este porcentaje de españoles tendría un coste de 73,2 millones de euros al día, 26.748 millones de euros al año. En resumen, con el dinero público que el Gobierno despilfarrará en feminismo se podría alimentar al sector más vulnerable de la población durante el 75% del año; pero, ya saben, el de Sánchez es ‘el Gobierno de la gente’.