CCOO y UGT, los mismos que no protestaron tras la masiva huida de empresas y el consiguiente perjuicio a los trabajadores, se unen al separatismo y piden impunidad para sus líderes.
Los líderes CCOO y UGT en Cataluña, Javier Pacheco y Camil Ros, los mismos sindicatos subvencionados que no se movilizaron cuando el delirio secesionista estalló, se aprobó la ley de desconexión, se convocó el referéndum ilegal y miles de empresas se marcharon de Cataluña perjudicando a sus trabajadores, acudieron este domingo a la manifestación convocada por la plataforma «Espai Democràcia i Convivència» para reclamar la libertad de los presos golpistas encarcelados y que se busquen «espacios para el diálogo y la negociación política». En román paladino: una negociación que conlleve impunidad para los que saltándose la ley -la Constitución y el Estatuto de Autonomía- intentaron romper España.
En marxa la mani pels drets i les llibertats, per la democràcia i la cohesió #UsVolemACasa pic.twitter.com/KucGl8gqss
— CCOO de Catalunya (@ccoocatalunya) 15 de abril de 2018
La manifestación reunió a una amplia representación de instituciones, partidos políticos y entidades de diversa índole, con el presidente del Parlament, Roger Torrent y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como máximas autoridades en la cabecera de la marcha. Además, acudieron Elsa Artadi y Eduard Pujol (JxC), Marta Pascal (PDeCAT), Marta Vilalta (ERC) y Xavier Domènech, quienes en declaraciones a los medios ha coincidieron en destacar la transversalidad de la manifestación contra la «regresión» de los derechos y libertades y la «deriva autoritaria» del Estado.
Convocada bajo el lema «Por los derechos y las libertades, por la democracia y la cohesión, os queremos en casa», la manifestación coincidió con los seis meses del encarcelamiento de los líderes secesionistas Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, y Jordi Sánchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y actual diputado de JxCat.
Durante todo el trayecto, los participantes lanzaron consignas como «no estáis solos», «somos gente de paz», «basta 155», «libertad presos políticos» o «Puigdemont, president».
Apoyo a los agresores de Alsasua
CCOO también apoyó el pasado sábado en Pamplona la marcha batasuna por los ocho agresores de Alsasua procesados por agredir a dos guardias civiles y a sus parejas en un bar en octubre de 2016.
Cabe señalar que el fiscal José Perals encuadra su actuación en delitos de terrorismo al entender que estos hechos se enmarcaron en las campañas denominadas Alde Hemendik (Fuera de aquí), que buscan la expulsión de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado del País Vasco y Navarra, «influyendo de manera negativa en la calidad de vida de los miembros de la Guardia Civil, así como en la de sus familiares y amistades como paso previo a su exclusión social». «Existe una segunda intencionalidad -dice Perals en su escrito de acusación-, que es la de crear un clima de miedo y rechazo entre los ciudadanos, instándoles de manera indirecta a no entablar ningún vínculo afectivo o de amistad o cortesía con miembros de la Guardia Civil, en un intento de aislarles socialmente».
Los familiares de los procesados, que se enfrentan a penas de entre 12 y 62 años de prisión por terrorismo en un juicio que comienza este lunes, contaron también con el apoyo de partidos como Geroa Bai, Podemos, I-E y EH Bildu, un partido heredero de la ilegalizada batasuna que sigue sin condenar los casi mil asesinatos de la banda terrorista ETA y se niega a ayudar a que se esclarezcan los más de 300 crímenes que están sin resolver.
El Ejecutivo navarro, el mismo que a juicio del PP quiere hacer de la Comunidad Foral otra provincia del País Vasco, también estuvo en la marcha. Su portavoz, María Solana, afirmó que su presencia en representación del Gobierno se debía a que en este caso «colisiona el principio de proporcionalidad con una prisión preventiva que dura mas de 500 días».
