La crisis en el Gobierno alemán y la inevitable convocatoria de nuevas elecciones ha llevado a la clase política germana a renovar sus intentos de ilegalizar el que ya sería segundo partido del país, los soberanistas de Alternativa para Alemania. Y la respuesta ha sido disparar su apoyo popular.
AfD ha experimentado un aumento significativo en su apoyo hasta el 19,5% del electorado alemán, 1,5 puntos porcentuales más que en octubre, a pesar de que los oponentes políticos han intensificado sus esfuerzos para bloquear su participación en futuras elecciones. O precisamente por eso mismo.
La última encuesta, realizada por Insa-Consulere y publicada por el periódico Bild, sitúa a la AfD en el segundo puesto, detrás de la CDU/CSU (con el 32,5%).
Esta subida en el respaldo popular a los soberanistas llega en un momento crítico, cuando 112 miembros del Bundestag de todo el espectro político están presionando para que el partido sea excluido de las elecciones anticipadas del 23 de febrero.
La moción para prohibir la AfD, citando su naturaleza «antidemocrática», ya ha sido presentada al presidente del Bundestag, con el potencial de escalar hasta el Tribunal Constitucional alemán. Si tiene éxito, podría impedir que el partido se presente a las elecciones, eliminándolo efectivamente del proceso democrático.
Quienes apoyan la prohibición, especialmente en el partido gobernante SPD, argumentan que es necesaria «para proteger la integridad de la democracia alemana». Sin embargo, muchos partidarios de la AfD y sus aliados consideran que se trata de un intento antidemocrático de silenciar la creciente influencia del partido.
A pesar de estos esfuerzos, el perfil de la AfD sigue aumentando. En las últimas encuestas, la líder del partido, Alice Weidel, emerge como una de las candidatas potenciales a canciller más populares, con un 17% de apoyo, lo que la coloca por delante tanto del canciller Olaf Scholz (SPD) como del ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes). La creciente popularidad de la AfD es especialmente evidente en el este de Alemania, donde Weidel lidera con un 27% de apoyo.