Más de un tercio de los inmuebles de la localidad toledana de Chozas de Canales están okupadas. «No podemos salir a la calle. Es nuestro pueblo de toda la vida y las mafias de la okupación lo han destrozado», dicen los vecinos de este pequeño municipio de 5.000 habitantes que está gobernado por el PSOE y que en los últimos 40 años casi siempre ha estado gobernada por la izquierda.
Señalan que no tienen comisaría de policía y que esa ausencia de presencia policial y el miedo a represalias han convertido al pueblo en un «auténtico infierno».
«Está todo lleno de basura, hay un olor insoportable a marihuana… estamos en la decadencia absoluta», señala un vecino, al tiempo que reitera que han recurrido a los barrotes y los candados para tratar de salvaguardar sus propiedades. «Y el que puede… una alarma, pero sólo el que puede. En mi casa sólo salgo yo, a mi mujer ya le da miedo. Es terrible que tengamos que sufrir esto en nuestro pueblo», subraya Pablo, vecino de Chozas de Canales.
Las denuncias por okupaciones de vivienda repuntaron un 7,4% en 2024 en el conjunto de España, con 16.426 hechos conocidos por las Fuerzas de Seguridad incluyendo tanto los delitos más habituales de usurpación de vivienda como los más graves de allanamiento.
Amparada por las instituciones públicas, el fenómeno de la okupación ha sufrido un notable incremento en su evolución anual, atendiendo a los datos de la estadística oficial del Ministerio del Interior: en 2010 y 2011 se anotaron unos 3.000 casos cada año, doblándose la cifra en 2012 y quintuplicándose si se compara 2010 con 2024.