«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
En lo que va de año ya son casi 5.000

Más de 150.000 inmigrantes ilegales han llegado a Canarias desde el año 2020

Un cayuco llega a El Hierro (Canarias). Red social X

Las Islas Canarias se encuentran en el ojo del huracán de una crisis migratoria que no parece tener fin. Según datos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras (CGEF) de la Policía Nacional, desde el estallido de la ruta canaria en 2020 más de 150.000 inmigrantes ilegales han llegado al archipiélago canario.

En 2020, con la crisis de Arguineguín en su punto más álgido, llegaron 23.023 inmigrantes ilegales. Al año siguiente, la cifra sólo bajó ligeramente a 22.316. Fue en 2022 cuando se notó una disminución considerable hasta las 15.682 llegadas. Sin embargo, 2023 rompió todos los registros con 39.910 inmigrantes, superando el pico de la crisis de los cayucos del 2006. El año 2024 elevó aún más la alarma con 46.843 inmigrantes ilegales llegados en casi 700 cayucos, un incremento del 17,4% respecto al año anterior. Y sólo en lo que va de 2025 ya se han registrado casi 5.000 llegadas.

Un informe interno de la Guardia Civil al que LA GACETA ha tenido acceso arroja luz sobre esta situación desbordada. «La presión migratoria se mantendrá en niveles altos/muy altos durante los próximos meses», se asegura en el documento, que indica una «tendencia continuista» en cuanto a la llegada de pateras.

Mientras tanto, las políticas de «fronteras cerradas» en otros países europeos parecen no cambiar, empujando a las organizaciones criminales a utilizar la ruta canaria como su principal vía de entrada ilegal. «No parece que las políticas de los gobiernos italiano y griego vayan a cambiar en los próximos meses», se advierte. La presencia de grandes bolsas de candidatos a migrar en Mauritania, especialmente en Nouadhibou, es otro factor de alarma. «Se prevé que el número de inmigrantes que intenten llegar a las Islas Canarias no cese», señala el informe, destacando que aquellos con los recursos necesarios aguardan su turno para ser embarcados.

Además, la situación en aguas mauritanas con la presencia de cayucos senegaleses, muchos sin licencia para pescar, podría tener implicaciones más allá de la pesca ilegal. «Mauritania alerta de la presencia de cayucos senegaleses en sus aguas… El aumento de cayucos senegaleses podría tener consecuencias vinculadas a la inmigración irregular y a sus organizaciones criminales», describe el texto.

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