El temor se extiende en Moncloa ante el material que todavía conserva Koldo García. Según publica Vozpópuli, en el entorno de Pedro Sánchez existe un creciente pánico a que las grabaciones en poder del exasesor de José Luis Ábalos terminen revelando la verdadera capacidad de influencia de José Luis Rodríguez Zapatero sobre las decisiones del actual Gobierno.
En el Palacio de La Moncloa reconocen desde hace tiempo el papel de «negociador» y «consejero» que Sánchez ha otorgado a Zapatero, especialmente en las relaciones con sus socios internacionales y, de forma muy destacada, con la narcodictadura venezolana. Siempre bajo el discurso oficial de que Sánchez mantiene plena autonomía en la toma de decisiones. Pero las grabaciones de Koldo amenazan con destapar que el expresidente socialista habría forzado decisiones clave, ejerciendo una tutela real sobre la agenda política del Gobierno.
Entre los episodios que más inquietud generan está el rescate millonario de Plus Ultra, la aerolínea vinculada al régimen chavista, que recibió 53 millones de euros de fondos públicos aprobados por el Consejo de Ministros. Según las fuentes consultadas, Koldo habría grabado conversaciones en las que Zapatero ordenaba dar luz verde a la operación.
El contexto del rescate de Plus Ultra vuelve a colocar el foco en los vínculos de Zapatero con el chavismo. El acuerdo fue aprobado por el Ejecutivo del PSOE y Podemos apenas 15 meses después de la polémica llegada de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a Madrid, cuando se reunió en Barajas, de madrugada y en pleno espacio Schengen, con Ábalos y el empresario Víctor de Aldama, pese a tener prohibida su entrada en territorio europeo. Días después de aquel encuentro fue el propio Zapatero quien se desplazó a Venezuela para reunirse con Nicolás Maduro, con quien mantiene desde hace años una fluida relación.
El acceso privilegiado de Zapatero a Caracas, que Pedro Sánchez no tenía en aquel momento tras haber reconocido a Juan Guaidó como presidente legítimo en 2019, pudo ser clave en el acercamiento posterior y en las decisiones del Ejecutivo español respecto al régimen chavista. No en vano, pocos meses después de ese rescate, Sánchez consiguió el respaldo del partido de Maduro para lograr la presidencia de la Internacional Socialista. Una campaña que, según sospechas abiertas, podría haber recibido apoyo financiero del chavismo.
Aunque la Justicia archivó en 2023 la investigación sobre el rescate de Plus Ultra al no encontrar indicios penales contra el Consejo Gestor ni contra la propia aerolínea, la magistrada subrayó que la decisión final fue exclusiva del Consejo de Ministros. Más allá de lo judicial, el posible papel directo de Zapatero, que no ostenta cargo alguno en el Ejecutivo ni en el PSOE, podría convertirse en un escándalo político de grandes dimensiones que golpee de lleno a Sánchez.
El miedo en Moncloa no es sólo jurídico. Fuentes del entorno gubernamental admiten su inquietud por la posibilidad de que alguna de las acusaciones particulares reclame la citación de Zapatero como testigo ante el Tribunal Supremo, lo que le obligaría a declarar bajo juramento de decir la verdad. Un escenario que podría desatar consecuencias imprevisibles dentro del PSOE y en el corazón mismo del Gobierno.