La catalana Meritxell Batet, reconocida «federalista» y partidaria de la inmersión lingüística, será la ministra para las administraciones territoriales.
La actual consejera de Hacienda de Andalucía, María Jesús Montero Cuadrado, ha sido elegida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la responsable de esta cartera, cargo en el que sustituirá a Cristóbal Montoro, con quien tuvo numerosos desencuentros políticos.
Montero es una mujer de confianza de la presidenta andaluza, Susana Díaz, que pedía un peso específico de la federación más numerosa del PSOE en el nuevo equipo de Gobierno, y lleva varias décadas en política.
Fue consejera de Salud -de 2004 a 2012-, y de Salud y Bienestar Social -de 2012 a 2013-, todo bajo los mandatos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ahora investigados por la trama corrupta de los ERE.
Responsable de las cuentas andaluzas, destacó por ser una de las consejeras más combativas con el Gobierno de Mariano Rajoy -especialmente con Montoro por el «injusto», a su juicio, modelo de financiación autonómica- y está denunciada -junto a otros cargos- por la Asociación Justicia por la Sanidad por presuntos delitos de «prevaricación continuada» en la realización de «nombramientos ilegales» en la Sanidad autonómica desde 2007.
Una de las principales fricciones al frente de su departamento en la actual legislatura se produjo con el «socio» del PSOE en el Gobierno andaluz -Ciudadanos-, partido con el que mantuvo una dura negociación debido a la exigencia de la formación naranja de la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones en Andalucía. La disputa se saldó con un acuerdo en el que se mantenía dicho impuesto aunque se limitó el límite exento a un millón de euros por heredero, lo que en opinión de estos dos partidos eliminaba en la práctica esta tasa.
Es licenciada en Medicina y Cirugía, máster en Gestión Hospitalaria por la Escuela de Negocios EADA y parlamentaria andaluza desde el 2008.
Carmen Calvo, la del ‘ciudadano Chaves’
Carmen Calvo, política considera que el amor romántico es «machismo encubierto», ha sido elegida para ser la vicepresidenta y comandar el Ministerio de Igualdad en el nuevo Ejecutivo.
Fue consejera de Cultura de la Junta de Andalucía con Chaves entre 1996 y 2004, al que tildó de «ciudadano Chaves» ante su comparecencia ante el juez por el ‘caso ERE’ -por el que la Fiscalía Anticorrupción pide para él diez años de inhabilitación por prevaricación- y al que no apoyó públicamente -«se está defendiendo y nadie debe interferir. Desde luego, no voy a intervenir», dijo-.
En 2004, se convirtió en ministra de Cultura en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, cargo del que fue relevada tres años después para convertirse en vicepresidenta del Congreso de los Diputados.
Actualmente es secretaria de Igualdad del PSOE, responsabilidad desde la que ha insistido en que la perspectiva de género debe quedar contemplada en un articulado específico de la Constitución, con especial énfasis en «la protección de las mujeres contra la violencia machista».
Esta profesora de Derecho Constitucional es una persona de la máxima confianza de Pedro Sánchez, a quien apoyó en las primarias a la Secretaría General, y la encargada de negociar en nombre del PSOE la aplicación del artículo 155 en Cataluña.
Destacada feminista, ahora tendrá que dar cumplimiento a las doscientas medidas que componen el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y para cuya aplicación será necesario acometer varias reformas legislativas.
Montón y los ‘bautizos civiles’
Carmen Montón será la nueva ministra de Sanidad, según fuentes socialistas.
Nació en la localidad valenciana de Burjassot en 1976, es licenciada en Medicina, tiene un Máster en Estudios Interdistiplinares de Género, por la Universidad Juan Carlos I y ha sido una de las piezas clave del Gobierno valenciano presidido por el también socialista Ximo Puig.
Secretaria de Igualdad en la Ejecutiva del PSOE desde julio 2014 a septiembre 2016, desde 2015 dirigía la Consejería de Sanidad Universal y Sanidad Pública de la Generalitat Valenciana, desde la que, entre otros objetivos, se marcó poner fin al llamado «modelo Alzira» de gestión privada de hospitales.
Es partidaria de los «bautizos civiles», por ello dio la bienvenida a su hija en una ceremonia institucional en la que se comprometió a «educar a la pequeña en los valores de la paz, la igualdad y la solidaridad».
Batet, una ‘federalista’ ante la insurrección en Cataluña
La catalana Meritxell Batet, reconocida «federalista», será la ministra para las administraciones territoriales.
Tendrá el principal reto de «normalizar» la relación institucional con la Generalitat de Cataluña, presidida por el hispanófobo Quim Torra, y de «tender puentes» a través de una estrategia de «negociación», dice, basada en su «catalanismo ponderado y racionalidad española».
Nació en Barcelona en 1973, es profesora de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra y ha sido una de las personas más cercanas en los últimos años al líder socialista, de quien fue su número dos por Madrid en las elecciones generales de 2015. Tras aquellos comicios, le encomendó formar parte del equipo negociador para intentar formar Gobierno, sin éxito finalmente.
Fue uno de los 15 diputados socialistas que votaron en contra de la investidura del candidato del PP, Mariano Rajoy, pese a la decisión adoptada por el Comité Federal, y ante el amago del anterior Ejecutivo de incorporar una casilla para garantizar el derecho de los padres a educar a sus hijos en castellano en Cataluña, señaló que en su partido nunca han sido partidarios de «segregar a niños por razones de lengua» y garantizó que abogarán siempre por la inmersión lingüística, un modelo «de riqueza».
