«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La autopsia se realizará en el Instituto de Medicina Legal

Muere un bebé al desangrarse tras una circuncisión clandestina practicada por inmigrantes malienses en Roquetas de Mar

Padres detenidos tras la muerte del bebé. Redes sociales

Un bebé falleció desangrado el pasado domingo en el municipio de Roquetas (Almería) tras practicarle un falso médico, a instancias de sus padres de nacionalidad maliense, un ritual de circuncisión clandestina. La intervención, llevada a cabo en el interior de una vivienda del Poniente almeriense, se realizó sin medidas mínimas de seguridad ni condiciones sanitarias adecuadas. El menor sufrió una hemorragia severa, y aunque sus progenitores intentaron trasladarlo de urgencia al centro de salud más cercano, nada pudo hacerse por su vida. Los sanitarios certificaron su fallecimiento pocos minutos después de su ingreso.

El suceso desencadenó inmediatamente la activación del protocolo judicial y policial al detectar los médicos las extrañas circunstancias que rodeaban la muerte del niño. La Guardia Civil, tras ser notificada por el personal sanitario, inició una investigación que culminó con la detención de los padres del menor y del individuo que presuntamente llevó a cabo la intervención. En las próximas horas está previsto que comparezcan ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Roquetas de Mar.

La autopsia se realizará en el Instituto de Medicina Legal, adonde fue trasladado el cuerpo del menor pasada la medianoche. El objetivo es determinar con precisión las causas del fallecimiento, aunque todo apunta a una combinación de pérdida masiva de sangre y otras complicaciones derivadas de la intervención casera. Mientras tanto, agentes del Instituto Armado continúan inspeccionando el domicilio donde se practicó la operación, en busca de pruebas y materiales empleados.

Este tipo de prácticas, importadas de algunas regiones de África y vinculadas a tradiciones religiosas o culturales, ya han generado múltiples alertas sanitarias y precedentes trágicos en territorio español. En muchos casos, las circuncisiones son realizadas por individuos sin formación médica, empleando utensilios sin esterilizar, en entornos domésticos sin control sanitario y sin ningún tipo de preparación preoperatoria.

Ya en marzo de 2011, un caso similar conmocionó a la comunidad en Valencia: un bebé de poco más de un mes falleció tras someterse a una circuncisión doméstica. En aquella ocasión, los padres —de origen nigeriano— actuaron movidos por convicciones religiosas, pero cuando el estado del niño se deterioró gravemente, decidieron alertar a las autoridades, aunque fue demasiado tarde para salvarlo.

Otro episodio aún más antiguo, ocurrido en julio de 2002, tuvo lugar en el municipio vecino de El Ejido. Un niño de seis años procedente de Guinea Bissau fue ingresado en estado crítico tras ser sometido a una intervención similar en una vivienda de Roquetas de Mar. Aunque el menor logró sobrevivir, las secuelas fueron devastadoras: sufrió la amputación parcial del pene, perdiendo el glande y gran parte de la piel del órgano. Su padre y dos familiares más fueron procesados por delitos de lesiones.

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