La reciente decisión de incluir el catalán como asignatura optativa en las Escuelas Europeas (EE) con sección española ha generado una fuerte controversia entre las familias de estos centros. La medida, aprobada por el Consejo Superior de las Escuelas Europeas el pasado abril como parte de una concesión condicionada, ha sido recibida con un creciente rechazo por parte de numerosos padres, que la califican como una «maniobra política» y no como una iniciativa pedagógica.
En una carta dirigida a la dirección de uno de estos centros, un padre se ha negado a que su hija curse la nueva asignatura y ha expresado su «profundo pesar» por la inclusión del catalán en la oferta educativa. «No se trata de una apuesta por el enriquecimiento cultural, sino de un pago del presidente del Gobierno de mi país, Pedro Sánchez, a los separatistas catalanes para mantenerse en el poder”, ha denunciado.
Mientras las direcciones de los colegios envían cuestionarios a las familias para medir el interés real en cursar catalán y dimensionar el número de docentes necesarios, la respuesta de muchas familias ha sido clara. Según ha desvelado el diario ABC, la gran mayoría de los padres han expresado su firme oposición, con argumentos que van desde la ilegitimidad del procedimiento hasta el uso político del sistema educativo.
Una madre que recibió la carta del centro también ha manifestado su rechazo, recordando que el catalán «no es lengua oficial en toda España según la Constitución Española» y acusando al Gobierno de actuar «fraudulentamente» al presionar al Consejo Superior de las EE para aceptar su propuesta. «La Comisión Europea no asumirá ningún gasto relacionado con este absurdo capricho», añadió.