El ministro Óscar López llamó esta semana en una carta a la militancia del PSOE a participar en la concentración Por Europa que el partido había convocado para este domingo en la plaza de Callao de Madrid a las 12.00. En el mensaje, apelaba al compromiso histórico y al espíritu europeísta de los socialistas, animando a la base a alzar la voz en defensa del proyecto comunitario.
Sin embargo, el resultado distó mucho de lo esperado. A pesar del clima favorable y del entusiasmo institucional con el que se promovió el acto, la asistencia fue visiblemente escasa. Media hora después del inicio oficial, a las 12.30, la céntrica plaza madrileña no había logrado llenarse, y las calles adyacentes mostraban un aspecto aún más desangelado.
«Sólo Europa salva a Europa», decía la carta firmada por López, quien también es secretario general del PSOE-M. Un mensaje grandilocuente que contrastó con la escasa afluencia de militantes. Ni el tono épico del llamado ni la apelación a la «responsabilidad con el futuro» fueron suficientes para movilizar a las bases socialistas en la capital.
La imagen de Callao, semivacía en pleno mediodía, ha generado comparaciones inevitables con la concentración celebrada un día antes en la plaza de Colón, donde miles de personas acudieron a la llamada de la Plataforma por la España Constitucional, apoyada por el Partido Popular y VOX. Según cifras de la Delegación del Gobierno, más de 25.000 ciudadanos se dieron cita allí, a pesar de que la lluvia no dio tregua.
La diferencia de asistencia entre ambos eventos no ha pasado desapercibida, especialmente después de que varios ministros socialistas se burlaran públicamente del alcance de la movilización en Colón. Óscar Puente, titular de Transportes, ironizó en redes sociales escribiendo «Cienes y cienes», en tono sarcástico, minimizando la participación registrada el sábado.
También Óscar López quiso marcar distancias, declarando el día anterior que «hoy se manifiesta el pasado y mañana se manifiesta el futuro». Tras el discreto eco que ha tenido el acto convocado por su partido, ahora las palabras del ministro resuenan con cierta ironía.