Han pedido a los altos cargos que muestren resistencia cero y que se mantenga la normalidad administrativa.
La primera consecuencia de la declaración de independencia de este viernes en el Parlament y de la posterior aplicación del artículo 155 no se ha hecho esperar. Este sábado, el Boletín Oficial del Estado ya ha recogido los ceses que ya había anunciado el Gobierno de Mariano Rajoy así como el del Mayor de los Mossos d´Escuadra, Josep Lluís Trapero.
Parece que hasta el propio Puigdemont se ha dado por vencido. Tal y como publica El Confidencial, el president y sus consellers han dado orden a su saltos cartas de ceder la Generalitat sin resistencia. Las órdenes son las siguientes: tienen que facilitar la transición a la persona designada para sustituirles y mantener la normalidad administrativa hasta que se produzcan los comicios sin ofrecer ningún tipo de resistencia.
Tampoco se aprobarán los 27 decretos que según Junts Del Sí estaban redactados para controlar el territorio ya que este viernes se reunión el Consell Executiu pero sólo para ceder a todos los funcionarios contrarios a la ‘nueva República’.
Puigdemont decía trasladarse al Palau de la Generalitat tras el pleno para reunirse con el resto de miembros del Govern y con el llamado Estado Mayor del proceso para crear una estrategia a la espera de que se le notificara su cese. También esperan su sustitución el vicepresidente y los consellers para estudiar opciones de formulación recursos y, por el momento, no cuentan con agenda pública ni durante este fin de semana ni durante el lunes. Tampoco cuenta con eventos programados el Parlament a excepción de la reunión ordinaria de la Mesa que tenía previsto producirse este martes.
Por su parte, los altos cargos continúan en sus responsabilidades aunque aquellos que ocupan cargos de confianza son conscientes de que su suerte está vinculada a los consellers, segunda publicado el diario La Vanguardia.
¿Qué hicieron los partidos tras la declaración?
El PDECat celebró una reunión de la dirección ejecutiva para mostrar su apoyo a las instituciones catalanas. No obstante, tendrán que determinar qué hacer de cara a los próximos comicios. También ERC se reunió aunque sin tomar ninguna decisión importante más que la de festejar el inicio de la ‘nueva República’. Por su parte, la prioridad de la CUP es la de mostrar su resistencia pacífica y de impulsar un proyecto constituyente, los mismos objetivos que de ANC y Òmnium .
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