«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Podemos se contagia del sentimentalismo de los independentistas

Las lágrimas de Doménech y las palabras de Colau provocan el «orgullo» de los dirigentes de su propio partido pero también de los separatistas.


La formación liderada por Pablo Iglesias continúa enrocadado en su no a la aplicación del artículo 155 y en contra de a los que ellos llaman el «bloque monárquico». Así lo han demostrado en su última rueda de prensa el secretario de Organización, Pablo Echenique, al cargar contra la idea de la «segunda transición», y el propio Iglesias quien este mismo lunes ha decidido mandar una carta a la militancia.
«La crisis de régimen que vive nuestra patria la reconocen incluso las élites que dirigieron el régimen del 78 y que mantienen una parte de su poder«, señala el dirigente del partido morado en un escrito que ha publicado en su perfil en Facebook en el que ha advertido que, tras el discurso del Rey el pasado 4 de octubre, «El bloque cohesionado de partidos, medios de comunicación y grandes empresas tiene enormes dificultades para llevar a cabo sus objetivos».
No obstante, insiste en que el «espíritu del 155 como política de vulneración de derechos y libertades democráticas no tiene por qué quedarse en Cataluña». De hecho, dirigentes del PP ya han amenazado con aplicar algo parecido en Euskadi y en Castilla-La Mancha».
Pero lo que llama la atención del partido no son sus razonamientos para reconocer que están en contra de las medidas que pretende aplicar el Ejecutivo sino su discurso, que cada vez toma más tintes del discurso separatista. Incluido su sentimentalismo.
Así lo mostraba este fin de semana la portavoz de Podemos, Irene Montero, quien no ha dudado en aplaudir las lágrimas de este fin de semana de su compañero de En Comú Podem, Xavier Domènech: «Nos recuerda por qué estamos aquí. Firmes defendiendo la democracia con brillo en los ojos y todo corazón», señalaba adjuntando un vídeo del dirigente catalán entre lágrimas en la manifestación separatista de este fin  de semana a favor de la liberación de los presidentes de la ANC y de Òmnium.


También el propio Pablo Iglesias e incluso Gabriel Rufián quisieron mandarle su apoyo al diputado de Unidos Podemos.


Lo mismo le ocurrió a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien tampoco pudo reprimir el llanto en la misma manifestación y que advirtió que la aplicación del 155 es «lo peor que había ocurrido en los últimos 40 años».


Alguna publicidad valiente y la ayuda desinteresada de muchos lectores como tú han hecho posible esta noticia. Conoces nuestra línea editorial, a contracorriente de la ideología dominante y desacomplejadamente comprometida con la dignidad humana, la unidad de España y la identidad de Europa. No es fácil ni es barato sostener un medio de comunicación que beba de estos postulados, siempre contra los más poderosos. Por eso te pedimos que nos ayudes con una aportación, que formes parte de nuestro proyecto, que ayudes a que sigamos incordiando al Poder. Puedes hacerlo de varias maneras, infórmate aquí.

Leer Más…

Cuando la prensa empezó a darse cuenta de las mentiras del separatismo

TEMAS |
+ en
Fondo newsletter