«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Por qué la inhabilitación de Torra eleva la tensión entre JxCat y ERC?

Nuevas tensiones a la vista entre los dos socios del Gobierno separatista, JxCat y ERC, esta vez a raíz de la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de despojar al presidente de la Generalidad, Quim Torra, de su acta de diputado del Parlament.

Este lunes, el Parlamento catalán vivirá una jornada agitada, donde el presidente de la cámara, Roger Torrent, figura preeminente de ERC, tendrá que decidir entre hacer la enésima ofensa a la legalidad de la nación, hacer caso omiso de la JEC y permitir a Torra votar en el pleno (incurriendo en un delito de desobediencia), o acatar la retirada del acta de diputado y volver a ser señalado por sus socios golpistas de JxCat y la CUP.

Estas son las claves de este nuevo terremoto político en Cataluña, que puede acabar llevándose por delante la legislatura:

1. Torra, en el limbo parlamentario

En diciembre, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condenó a Torra a año y medio de inhabilitación por un delito de desobediencia, al negarse a retirar lazos amarillos de los edificios públicos en período electoral, pero la sentencia no es firme ya que aún puede agotarse la vía del recurso al Tribunal Supremo.

No obstante, la JEC ordenó el pasado 3 de enero que, de momento, le sea retirada el acta de diputado, una orden que la semana pasada el Supremo acordó mantener.

Torra, sin embargo, rechaza renunciar a su escaño y se aferra a la resolución aprobada por el Parlament el 4 de enero, en la que fue ratificado como diputado y presidente. Una resolución que contraviene a la JEC y al Supremo, despojándola de validez.

2. Máxima tensión en el Parlament

Hoy lunes, la expectación en el Parlamento de Cataluña será máxima: a las 15.00 horas arrancará el pleno -suspendido la semana pasada por el temporal-, con el debate y votación del presupuesto de la cámara como primer punto del orden del día, una votación que, si en ella participa Torra aún como diputado, puede verse impugnada y anulada.

Antes, a las 12.30 horas, se celebrará una reunión de la Mesa del Parlament cargada de tensión: en ella se discutirán las peticiones de los partidos constitucionalistas (PP y Cs) para exigir que la orden de la JEC sea acatada.

La líder de Ciudadanos en Cataluña, Lorena Roldán, ha advertido a Torrent que, si decide «mantener a Torra en su escaño», denunciará al presidente del Parlament por «desobediencia».

El PSC, por su parte, considera que el Parlament debe obedecer al Supremo y cumplir con la orden de la JEC sobre la retirada del acta de diputado a Torra, lo que no significa que tenga que dejar de ser presidente de la Generalitat mientras no haya una sentencia firme.

En la Mesa, los independentistas disponen de mayoría -dos votos JxCat, también dos ERC, otros dos Cs y uno el PSC-, pero entre los socios del Gobierno separatista hay discrepancias de fondo sobre este asunto.

3. Las presiones de JxCat (Y la ANC)

Para JxCat nada ha cambiado desde que el Parlament, el 4 de enero, ratificó a Torra, por lo que sigue en la vía inconstitucional y dice que no hay que hacer caso a la JEC, a la que considera un «órgano sin competencias» para obligar a la cámara catalana a apartar a Torra.

Fuentes de JxCat recuerdan que la Mesa, siguiendo el criterio de un informe de los letrados, se reafirmó el 14 de enero en mantener el escaño a Torra y subrayan que no aceptarán ninguna solución que implique revocar esta decisión.

«No podemos movernos de aquí, no podemos permitir injerencias que socaven la soberanía del Parlament», alegan fuentes de JxCat.

Y advierten de que si Torrent se plegase a las instrucciones de la JEC incurriría en un «incumplimiento grave de lo pactado» y «podría abrir un escenario de elecciones» anticipadas.

El posicionamiento de «resistencia» de JxCat es compartido por la ANC, que en las últimas horas ha emitido un comunicado en el que añade presión a Torrent para que desobedezca a la JEC e insta a la Mesa a «garantizar los derechos» de Torra como diputado y president.

También el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, ha sostenido este fin de semana que «solo el Parlament puede decidir sobre el acta de diputado del presidente Torra».

4. Recelos (Y cabreo en ERC)

«Van con la intención de hacer daño», denuncian fuentes de ERC al referirse a las presiones de JxCat para que Torrent se desentienda de las decisiones de la JEC, unas decisiones que los socios de Sánchez tampoco comparten, aunque son partidarios de calibrar bien las consecuencias de una eventual desobediencia por este tema.

ERC se siente atrapada entre dos opciones ingratas: si Torrent permite que Torra vote como diputado puede verse arrastrado a un proceso judicial por desobediencia, y si acata la retirada de su escaño los republicanos serán, con toda seguridad, blanco de todas las críticas desde JxCat y la CUP, que los acusarán de «rendición».

Desobedecer abiertamente la orden de la JEC, alertan desde ERC, puede resultar «ineficaz», porque, si Torra sigue votando en los plenos, esas votaciones pueden ser impugnadas y anuladas, lo que afectaría, por ejemplo, a proyectos como los presupuestos de la Generalitat para 2020, que están pactando el Gobierno y los comunes y que serían los primeros aprobados desde 2017, el año del 1-O.

En ERC sospechan que JxCat quieren hacer pagar a Torrent su decisión de suspender el pleno del 30 de enero de 2018 -en el que estaba prevista la controvertida investidura a distancia de Carles Puigdemont- y aspiran a desgastar a los republicanos ante unas elecciones en Cataluña que podrían precipitarse pronto.

5. Una incierta tercera vía

Para evitar que la legislatura catalana quede «bloqueada» con votaciones permanentemente impugnadas por la participación de Torra, desde ERC inventan una alternativa: reconocerle «simbólicamente» como diputado (sin que tenga que dejar paso al siguiente candidato en la lista electoral de JxCat, que sería Maria Senserrich), pero que no vote en los plenos.

JxCat perdería así un voto pero la mayoría golpista apenas se resentiría: los dos socios del Govern sumarían 65, y con la CUP llegarían a 69, uno por encima del listón de la mayoría absoluta.

A esta fórmula para no chocar con la justicia, en ERC, la llaman «vía Venturós», en alusión a Montse Venturós, alcaldesa de Berga (Barcelona) que en 2018 fue condenada a seis meses de inhabilitación por no descolgar una ‘estelada’ de la fachada municipal y que siguió ejerciendo las funciones políticas de manera informal, mientras otro concejal de la CUP asumía la firma jurídica como alcalde.

Pero esta vía, que ERC ve más «realista», no encaja por ahora en los esquemas de JxCat: el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, que ha protagonizado varios desencuentros con Torrent en esta legislatura, ha dicho que no la contemplan como alternativa.

Este fin de semana se han seguido produciendo contactos a tres bandas entre las fuerzas independentistas (JxCat, ERC y la CUP), sin que de momento se haya alcanzado una solución de consenso.

6. El decisivo papel de un funcionario

Hay un actor en toda esta polémica que puede acabar siendo clave para el desenlace: el secretario general del Parlament, Xavier Muro.

El pasado jueves, la Junta Electoral Provincial de Barcelona dio 48 horas al secretario general del Parlament para que comunique qué representante de JxCat sustituirá a Torra en la cámara.

Este lunes, por lo tanto, Muro podría dirigirse a la Junta Electoral Provincial para dar respuesta a su escrito y certificar oficialmente el relevo como diputado de Torra.

Durante el convulso otoño de 2017, tanto Muro como el entonces letrado mayor del Parlament, Antoni Bayona, se desmarcaron más de una vez de la estrategia parlamentaria del independentismo y alertaron de las consecuencias judiciales de sus planes.

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