El programa de AR ha publicado unos mensajes enviados por el expresidente a Comín. «No sé lo que me queda de vida… esto ha caducado y me toca dedicar mi vida a la defensa propia».
«Supongo que tienes claro que esto se ha terminado. Es una de las lapidarias frases que el expresidente catalán, Carles Puigdemont, envía a su exconseller Toni Comín. Puigdemont enviaba este martes unos mensajes al exconseller de Salud, Antoni Comín, en los que asegura que «el plan de Moncloa ha triunfado». «Solo espero que todos los encarcelados salgan de la cárcel, si no, esto no habrá servido para nada y será un ridículo histórico».
«Volvemos a vivir los últimos días de la Cataluña republicana», explicó Puigdemont, que cree que la decisión de Roger Torrent de suspender la investidura es «un sacrificio»: «Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí».
Las tesis de Tardà se han cumplido, sentenció el expresidente en un claro mensaje contra el diputado de ERC. «Seréis consellers, pero yo ya estoy sacrificado como sugería Tardà».
En otro mensaje, el expresidente se sincera con Comín: «No sé lo que me queda de vida, espero que mucho, pero la dedicaré a poner en orden estos dos años y a proteger mi reputación. Me han hecho mucho daño con calumnias, rumores, mentiras que he aguantado por un objetivo común. Esto ahora ha caducado y me tocará dedicar mi vida a la defensa propia».
La versión de cara al público
En su declaración pública del martes, muy distinta a la que comenta con Comín, Puigdemont recordó que contaba con «68 diputados independentistas» que le habrían votado en el pleno de investidura y que eran «la garantía democrática» para su celebración, al tiempo que remarcó que «no hay ningún otro candidato posible» para la Presidencia de la Generalitat.
Pero «lamentablemente el pleno no se ha celebrado, el presidente del Parlament ha optado por otro camino y su decisión la tenemos que respetar», añadió.
Aunque, a la vez, resaltó que «la democracia ni se aplaza ni se suspende» y advirtió de que aceptar que «se dicten presidencias desde Madrid» sería «hipotecar para siempre los resultados electorales» en Cataluña.