Pedro Sánchez quiere reforzar a su candidato a las catalanas, Salvador Illa, temiendo un alto coste electoral por la amnistía. Las próximas elecciones autonómicas en Cataluña supondrán una prueba de fuego para el presidente del Gobierno y sus políticas hacia esta comunidad.
El resultado que arrojen las urnas y la situación en la que queden ERC y Junts será fundamental para el porvenir de la legislatura a nivel nacional. Lo que decidan los catalanes se abrirá un nuevo escenario en el que las formaciones independentistas volverán a calibrar si les interesa seguir dando su apoyo al PSOE en Madrid.
Los socialistas comprobarán si los catalanes avalan toda una serie de medidas adoptadas para afrontar el conflicto que generó el procès y para garantizarse los apoyos de ERC y Junts. Hasta el momento Cataluña ha sido el principal granero de votos de Sánchez y el que ha compensado la caída de apoyos de los últimos años en casi toda España.
Será clave ver si el partido encabezado por Salvador Illa gana o pierde apoyos el 12 de mayo —fue el más votado en las elecciones de 2021—. Pero tan importante como esto para el futuro de la legislatura, será cómo queda establecido el nuevo reparto de catalanas.
Las distintas decisiones que ha ido tomando Sánchez respecto a Cataluña incluyen indultos a los líderes del procès encarcelados. Además de la derogación del delito de sedición y rebaja de la malversación han contribuido al desgaste electoral del PSOE.
Su última gran victoria fue precisamente en las catalanas del 14 de febrero de 2021 donde Illa fue el candidato más votado. A pesar de todo no pudo gobernar dado que ERC y Junts sumaron fuerzas en un gobierno de coalición.
A partir de entonces se han sucedido las derrotas en la Comunidad de Madrid, Andalucía y Castilla y León. En las autonómicas y municipales del 28 de mayo de 2023 el PSOE perdió buena parte de su poder territorial.
En las últimas elecciones que se han celebrado, las gallegas, los socialistas cayeron hasta el peor resultado de su historia. Era la primera vez que los ciudadanos acudían a las urnas después de que el PSOE aceptase la Ley de Amnistía. En todo caso en Ferraz trataron de desvincular la caída de esta circunstancia.
El 23 de julio, en las generales, si los socialistas resistieron fue gracias al resultado que obtuvieron en Cataluña, donde fueron la primera fuerza. El Gobierno y la dirección del PSOE afrontan el adelanto electoral en Cataluña con optimismo y consideran que llegan «preparados». Aunque admiten que les han trastocado sus planes, que pasaban por aprobar primero la amnistía, después los presupuestos y asegurar así la viabilidad de la legislatura hasta 2027.
Pese a todo, se encomiendan al tirón de Illa al que ven reforzado y con buena imagen institucional. De hecho este domingo Sánchez estará en Barcelona junto a Illa, en la clausura del Congreso del PSC. En él se renovará el liderazgo del exministro de Sanidad. Aunque estaba organizado de antemano sin contar con el adelanto electoral, en Ferraz señalan que les viene bien como lanzamiento de la precampaña.
