Todo apunta en estos momentos a que Pedro Sánchez designará a José Luis Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España. Cuando sólo faltan dos semanas para que finalice el mandato de la actual subgobernadora y gobernadora en funciones, Margarita Delgado, las conversaciones entre el PSOE y el PP han quedado paralizadas, y en Génova, ya empiezan a asumir que el Gobierno procederá al nombramiento unilateral del ministro de Transformación Digital y Función Pública.
Desde el pasado 11 de julio, cuando se confirmó que el ministro era el elegido, Moncloa no ha propuesto ningún candidato alternativo al PP.
El diálogo entre los negociadores del Gobierno, encabezados por el ministro Félix Bolaños, y el equipo del PP, liderado por Cuca Gamarra, no ha dado frutos. Feijoo había encargado a Gamarra pactar diversos nombramientos en varias instituciones, incluidos el gobernador y el subgobernador del Banco de España, cuya designación tradicionalmente requiere consenso entre el Gobierno y el principal partido de la oposición.
El acuerdo al que ambas formaciones llegaron para renovar el Consejo General del Poder Judicial parecía abrir la puerta a un pacto sobre la sucesión en el Banco de España. Sin embargo, no parece que en este organismo vaya a suceder lo mismo.
La designación de Escrivá genera dudas en el sector financiero; su implicación en importantes decisiones gubernamentales que el Banco de España ha criticado es motivo de recelo. Un ejemplo claro es la reforma de las pensiones, impulsada por Escrivá, cuya sostenibilidad fue cuestionada en varias ocasiones por Hernández de Cos —su antecesor en el Banco—. De igual manera, los Presupuestos Generales del Estado, en los que el ministerio de Escrivá juega un papel clave, son otro tema en el que el Banco de España suele expresar su opinión.
El mandato de Delgado termina el 11 de septiembre, y Sánchez sólo dispone de dos Consejos de Ministros, el 3 y el 10 de septiembre, para realizar el nombramiento. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, debe presentar la elección en el Parlamento, lo que hace probable que Moncloa anuncie el nombre definitivo en los próximos días.
Como alternativa, aunque poco probable, el Ejecutivo podría prolongar el mandato interino de Delgado, lo que obligaría a la subgobernadora a asistir de nuevo al Consejo de Gobierno del BCE, programado para el 12 de septiembre. Delgado ya tuvo que representar a España en la reunión del 18 de julio, un hecho inédito en los 26 años de historia de la institución.
