El líder del PSOE carga contra sus barones y dice que dar la opción a los padres de elegir el español es «dar un nuevo regalo al independentismo».
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha exigido al presidente Rajoy «sentido común«, «solvencia» y «no ocurrencias» en la aplicación del artículo 155 en Cataluña y en su idea de estudiar una fórmula para que los padres puedan elegir el español como lengua vehicular en la escuela catalana.
Sánchez, que se ha referido a este asunto en una entrevista en Antena 3, ha llamado al Ejecutivo a «no confundir adoctrinamiento con uso de una lengua» y a «no dar un nuevo regalo al independentismo».
Ha recordado además que, si el Gobierno quiere plantear algo, tiene espacios para hacerlo como la comisión parlamentaria del pacto de educativo, la conferencia sectorial y el consejo educativo.
En la entrevista Sánchez también ha defendido la política linguística del Gobierno de Baleares, que preside la socialista Francina Armengol y ha destacado que la promoción del catalán figura en la ley de normalización linguística y en el Estatuto de Autonomía aprobados con gobiernos del PP.
Sobre la opinión de algunos presidentes autonómicos del PSOE en favor de proteger más el español en Cataluña, ha dicho que esa es una «visión parcial de la política lingüística correspondiente a sus territorios» que tienen esos barones, pero que el que aspira a ser presidente del Gobierno de España es él y que por eso pide «mesura, sentido común y ser conscientes de que no se pueden crear más problemas de los que ya tenemos«.
Cabe señalar que los presidentes de Aragón, Javier Lambán; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Extremadura, Guillermo Fernández Vara, han salido esta semana en defensa del español.
Lambán fue de los más contundentes al llamar a corregir «más pronto que tarde» el «maltrato injusto e ilegal» que, según su criterio, comete la Generalitat contra el castellano, una lengua «postergada» de manera «inaceptable» en la escuela catalana. En este sentido, defendió que «el Estado regrese a Cataluña en materia de educación» para remediar lo que, de lo contrario, terminará siendo «un problema definitivamente irresoluble». García-Page, por su parte, dijo que su objetivo es proteger al castellano «de las fauces de los independentistas».
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