El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido no asistir a la Cumbre Iberoamericana que se celebrará esta semana en Cuenca (España), una cita histórica para la diplomacia española que reunirá a jefes de Estado y de Gobierno de España, Portugal, Andorra y numerosos países latinoamericanos. Por primera vez desde que ocupa el cargo, Sánchez no estará presente en un evento de esta relevancia, dejando al Rey Felipe VI como único representante de España, en un momento marcado por tensiones en la relación entre la jefatura del Estado y la Moncloa.
Mientras opta por no acudir a esta cumbre, el presidente tiene previsto desplazarse este mismo martes a Azerbaiyán para participar en la COP29 sobre cambio climático, y más adelante viajará a Brasil para la cumbre del G20. En ambas ocasiones podría delegar en ministros o incluso en el Rey, pero ha preferido no hacerlo.
Es la primera vez que el Rey Felipe VI acudirá solo a una cita de tal importancia en el ámbito iberoamericano. Hasta ahora, esta reunión había sido un espacio clave para proyectar la influencia de España en la región, que fue uno de los principales motivos de la creación de este foro. La decisión de Sánchez recuerda a ausencias puntuales de anteriores presidentes, como José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, quien faltó para asistir a un Consejo de Ministros, o Mariano Rajoy en 2016, entonces en funciones y centrado en su posible reelección.
La cita de este año se produce en un contexto especialmente delicado debido a los recientes cambios políticos en Iberoamérica y las tensiones entre varios líderes regionales. Ecuador, por ejemplo, se encuentra en el centro de las polémicas: su presidente, Daniel Noboa, ha protagonizado enfrentamientos públicos con otros mandatarios de la región, calificando al presidente argentino, Javier Milei, de «engreído», al salvadoreño Nayib Bukele de «arrogante», y al colombiano Gustavo Petro de «esnob de izquierdas». Curiosamente, ninguno de estos tres líderes estará presente en Cuenca.
Milei, quien inicialmente había confirmado su asistencia, canceló a última hora para viajar a Estados Unidos y reunirse con Donald Trump. Bukele, por su parte, enviará a su vicepresidente, y Petro justificó su ausencia alegando compromisos en la COP29. Estas ausencias, sumadas a otras como las de la presidenta peruana Dina Boluarte y el mandatario chileno Gabriel Boric, ambos involucrados en la cumbre del APEC, ponen en duda la relevancia y el interés por este formato en algunos sectores.
El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha anunciado que enviará un representante, en contraste con la actitud de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien no asistió a ninguna cumbre de este tipo durante su mandato.