Mientras Santamaría centra su discurso en su condición de mujer, Casado rechaza las distinciones por género y da por zanjado el debate sobre la unificación: no se integrará hasta pasado el Congreso.
La candidata a presidir el PP Soraya Sáenz de Santamaría ha centrado las primeras notas de su discurso presidencial este miércoles en, de nuevo, su condición de mujer: la exvicepresidenta insiste en que «el 63 % de los afiliados de su partido quiere que gane una mujer», haciendo referencia a la suma de quienes apoyaron una candidatura femenina -Cospedal y ella- en primera vuelta.
Sáenz de Santamaría, que insiste en la vía de la integración de candidaturas, ha explicado en una entrevista en Antena 3 que la charla que mantuvo el martes con Pablo Casado en la cena del grupo parlamentario fue «distendida» y duró «muy poquito tiempo». Ella, insiste, seguirá trabajando por una «lista unitaria» en una reunión para la que aún no hay fecha.
Soraya, que califica de «exageración» las cifras de apoyos de compromisarios que maneja la candidatura de Pablo Casado -dos mil compromisarios según dijo el candidato este martes- recuerda que por mucho que uno se quiera «engañar», no ha habido «empate técnico» con Casado, sino que los 2,6 puntos que le ha sacado ella de diferencia son más que el punto que obtuvo José María Aznar sobre Felipe González en el 96 y nadie puso en duda que gobernara la lista más votada.
Casado dice ‘no’ a la integración
«Ya no sé cómo decirlo: me he presentado para presidir el Partido Popular. Mi proyecto no tiene nada en común con el de la otra candidata». Con estas palabras Casado da por zanjado el debate de la integración que existirá, en todo caso, una vez celebrado el Congreso y elegido por los compromisarios el encargado de liderar el Partido Popular.
En una entrevista en esRadio, el popular ha recordado que hasta la propia Soraya Sáenz Santamaría dijo que había que respetar las normas, que establecen una segunda vuelta, y ha apostado por superar el debate sobre la integración, así como el de la edad, la experiencia o el género, para pasar al de las propuestas.
«A mí me encantaría saber qué propuesta fiscal, educativa, internacional tiene la otra candidatura», ha afirmado y ha defendido una «campaña de contenidos», porque el proyecto del PP «no es de nombres, sino de reconstrucción nacional y de partido».
Ha hablado así de una «revolución fiscal», una ley de defensa de las víctimas del terrorismo o medidas de fortalecimiento institucional para evitar casos de sedición.
Casado ha insistido en que no tiene «nada contra nadie» y que quiere presentarse como «el candidato de la unidad» y ha subrayado que conseguir que el PP sea «el proyecto hegemónico de todo lo que está a la derecha del PSOE» hace que, antes de intentar volver al «caladero de los descontentos», el partido tenga que estar unido.
Sobre la relación que propone con Ciudadanos, ha opinado que al partido de Albert Rivera «no hay ignorarlo o insultarlo, sino ganarlo». «Hay millones de españoles deseando que les demos una excusa para volver a votarnos», ha asegurado.
