«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Semana 15 del ‘procés’: Del fin de los testigos al dilema de la malversación

La decimoquinta ha sido la semana en la que el juicio del «procés» ha puesto punto y final a una larga temporada de testificales y se ha enfrascado en clases magistrales de gasto público e incluso lingüística de la mano de los peritos, algunos de los cuales han reactivado las dudas de la malversación.

LA SUSPENSIÓN DE LOS PRESOS

Los cinco presos elegidos diputados y senadores el 28-A fueron los flamantes protagonistas del inicio de la semana tras su paso por las cámaras que dejó celebraciones con los compañeros de partido, declaraciones en vídeos y formulas variopintas en la asunción de su condición de parlamentarios.

Pero estas imágenes inéditas de cinco acusados en prisión provisional deambulando por el Congreso y Senado pueden ser las últimas si como todo apunta la Mesa suspende a cuatro de ellos este viernes (Romeva en senador y su suspensión tiene otros tramites), una responsabilidad que el Supremo considera compete a las cámaras.

Eso sucederá una vez que el tribunal dejó en evidencia a la presidenta Meritxell Batet al transmitirla que no realizará un informe sobre el 384 bis de la Lecrim, como ella pidió, porque eso corresponde a los letrados de la cámara, quienes ya han emitido un dictamen favorable en base a este artículo y no al Reglamento de la cámara. La suspensión es inminente.

LAS PERITOS APUNTALAN LA MALVERSACIÓN

Cuatro altas funcionarias de Hacienda apuntalaron la acusación por malversación contra los exconsellers tras un examen sólido y sin fisuras sobre la organización, logística y financiación del 1-O. Sus argumentos fueron un torpedo en la línea de flotación de la estrategia de las defensas que hasta la fecha negaban todo gasto público amparándose en que la Generalitat rechazó todas las facturas y por tanto, los empresarios no cobraron jamás.

Pero ellas consideraron irrelevante que la Generalitat pagara o no los encargos, ya que el perjuicio a las arcas públicas -que cifraron en 917.000 euros sin incluir a Unipost ni el valor de uso de los colegios, una cantidad que supera holgadamente los 250.000 euros que conlleva el tipo agravado -se generó porque se prestaron servicios que conllevaron un compromiso de pago, independientemente de que luego se pague o el proveedor rechace cobrar.

PERICIALES SURREALISTAS

Salvando a las expertas de Hacienda, la prueba pericial ha dejado momentos surrealistas como el de una filóloga que impartió una clase doctoral sobre el desigual arco de perífrasis entre las lenguas castellana y catalán; el ‘careo pericial’ de cuatro expertos inmobiliarios que divagaron sobre el valor de los colegios públicos y los médicos que restaron importancia a las lesiones de los agentes, pero que cuyos argumentos desmontó el fiscal cuando ellos reconocieron que podían haberse producido por patadas y agresiones.

Además, la Sala asistió al enésimo entierro de la prueba del Enfocats y la Moleskine una vez que la Fiscalía renunció a practicar la pericial por un sinfín de errores detectados por las defensas que acabó convirtiendo la prueba en un despropósito. O la cátedra sobre la desobediencia civil de dos sociólogos que explicaron las agresiones «puntuales» de ciudadanos a agentes fruto de una «falta de disciplina no violenta».

LOS TESTIGOS QUEDAN ATRÁS

Mariano Rajoy, Soraya Sàenz de Santamaría, Iñigo Urkullu, Artur Mas, Josep Lluís Trapero… Todos ellos, junto con exministros, altos cargos policiales, la antigua Prefectura de Mossos en bloque, multitud de agentes y votantes del 1-O y un largo etcétera quedaron atrás con el fin de la fase testifical.

Para la historia quedan ya testimonios como el del «miedo» de la secretaria judicial el 20-S, el de Urkullu y su labor de «enlace» entre Rajoy y Puigdemont, las eternas discrepancias entre el coordinador policial del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, y los Mossos, o los relatos antagónicos de agentes y votantes el 1 de octubre, como si de realidades paralelas se tratase.

Han sido 39 jornadas celebradas durante casi tres meses en los que 422 testigos han desfilado por la Sala de Plenos del Tribunal Supremo, una cifra inferior a los más de 500 que se esperaban, tras las renuncias de acusaciones y defensas y sin contar aquellos que nunca vinieron al acogerse a su derecho a no declarar por estar investigados en otros procedimiento.

CON LA VISTA EN LA SEGUNDA DE JUNIO

La semana quince ha puesto fin a la fase testifical y a la pericial, lo que significa que el tribunal ya tiene la vista puesta en el final del juicio, previsto para la segunda semana de junio.

Ahora el proceso se adentra en el esperado visionado de vídeos sobre lo que ocurrió en el otoño de 2017 en Cataluña. Tres días y muchas horas de proyección por delante en la que el juicio se convertirá en una especie de sala de cine donde la intervención de las partes se limitará a nombrar el archivo donde se encuentra el documento y los minutos a visionar.

Según el calendario provisional del tribunal, ya el 3 de junio la Fiscalía expondrá su informe final; una semana después, el 10 y el 11 los de las defensas, dejando previsiblemente también ese día para la última palabra de los acusados.

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter