La eléctrica Iberdrola ha demolido este jueves, en apenas 20 segundos, a las 16:00 horas, la última chimenea de la Central Térmica de Velilla del Río Carrión (Palencia), de 175 metros de altura y 5400 toneladas de peso, activa desde 1964.
Se ha tratado de una demolición controlada, llevada a cabo «con las máximas garantías de seguridad y un mínimo impacto ambiental».
Continúa la desindustrialización de España: Iberdrola derriba una torre de la Central Térmica de Velilla activa desde 1964 https://t.co/ps1AhSzrYU pic.twitter.com/fCBkUC2KLS
— La Gaceta de la Iberosfera (@gaceta_es) June 30, 2022
Esta chimenea entró en funcionamiento en 1984, dentro del grupo II de las instalaciones mineras e industriales de esta comarca, y, 56 años después de su puesta en marcha en 1964, nada queda ya de los gigantes de hormigón que transformaron el paisaje de la Montaña Palentina.
De esta forma, Iberdrola culmina el 50 por ciento del proceso de desmantelamiento, en el que se han visto implicados decenas de trabajadores. Unas labores que ya hicieron desaparecer la torre de refrigeración, el 21 de octubre de 2021; demolición a la que siguió, el pasado 31 de marzo, la voladura de la chimenea perteneciente al grupo I de la Central.
Sin embargo, esta demolición se produce el mismo año en que la Unión Europea ha declarado la energía nuclear y el gas natural dentro de la clasificación de inversiones «verdes» porque las ve necesarias para la transición a energías limpias.
El único partido que ha reaccionado a la demolición ha sido VOX, que ha recordado que la chimenea llevaba desde 1964 «trayendo empleo y prosperidad a la Cuenca del Río Carrión, en la Montaña Palentina».
Así, el partido liderado por Santiago Abascal ha denunciado que mientras en España se destruyen, «Alemania y Polonia las construyen». «Desde VOX impulsaremos la recuperación de nuestra economía mirando el modelo de los países que protegen su industria energética», ha asegurado.
Del mismo modo, el procurador por VOX de Palencia en las Cortes, David Hierro, ha explicado que la única intención de este derribo es «acabar con nuestra soberanía energética, que España dependa de recursos extranjeros, y generar ruina», ha aseverado.