La Plataforma en Defensa de la Cruz se pregunta dónde está la Memoria Histórica y denuncia la «cristianofobia represiva» del alcalde socialista.
Sigue la persecución a los vecinos de Callosa por su fe católica. El último episodio ha sido la decisión del Ayuntamiento, gobernado por un tripartito formado por el PSOE, Podemos e Izquierda Unida, de ordenar la retirada de la Cruz de mayo alegando una «ocupación ilegal de la vía pública».
FELIZ DÍA SANTA CRUZ
Custodiando desde primera hora de la mañana, y la Policía local mandada por el alcalde tratando de nuevo de echar a la gente pidiendo que quiten la Cruz aún con permiso gubernativo de ocupación de la Plaza. ¡Basta ya de atropellos! pic.twitter.com/kQlhDvjxtD— Defensa De La Cruz (@defiendolacruz) 3 de mayo de 2018
El Consistorio trató el jueves de desalojar a los vecinos concentrados en la Plaza de la Iglesia para la ofrenda floral, un hecho que desde Abogados Cristianos consideraron «constitutivo de un delito contra los derechos fundamentales y otro de prevaricación». En este sentido, manifestaron que «el alcalde está demostrando con sus comportamientos tener una obsesión enfermiza contra los cristianos».
La Policía local no pudo desalojar a los presentes por el permiso de la Subdelegación del Gobierno a la Plataforma en Defensa de la Cruz para reunirse durante 20 días -hasta el próximo día 23 de 09:00 a 21:00-.
Pero finalmente este viernes ha recurrido a la venta de plantas, una tradición por el Día de la Madre que se celebra en la puerta de la parroquia cada año, para instar a la retirada. La Plataforma, que lo considera perfectamente compatible con la concentración, se ha preguntado dónde está la Memoria Histórica y ha denunciado que vuelve a demostrar la «cristianofobia represiva de la izquierda rancia» del regidor y su equipo municipal.
Desde la retirada del monumento de piedra en virtud de la aplicación de la Ley sectaria de Memoria Histórica, los callosinos siguen reclamando respeto a sus tradiciones y a sus creencias religiosas y denuncian que el Ayuntamiento ha contrarrestado todas las iniciativas para mantener la cruz, símbolo de la victoria ante la muerte y el pecado. Por ello multa con 100 euros diarios a Teresa Agulló, la octogenaria que planta cara al odio del regidor al colocar un proyector en su balcón para reflejar la cruz en la pared del templo.