«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Sigue la persecución a los vecinos de Callosa: retiran la Cruz de mayo

La Plataforma en Defensa de la Cruz se pregunta dónde está la Memoria Histórica y denuncia la «cristianofobia represiva» del alcalde socialista.

Sigue la persecución a los vecinos de Callosa por su fe católica. El último episodio ha sido la decisión del Ayuntamiento, gobernado por un tripartito formado por el PSOE, Podemos e Izquierda Unida, de ordenar la retirada de la Cruz de mayo alegando una «ocupación ilegal de la vía pública».


El Consistorio trató el jueves de desalojar a los vecinos concentrados en la Plaza de la Iglesia para la ofrenda floral, un hecho que desde Abogados Cristianos consideraron «constitutivo de un delito contra los derechos fundamentales y otro de prevaricación». En este sentido, manifestaron que «el alcalde está demostrando con sus comportamientos tener una obsesión enfermiza contra los cristianos».
La Policía local no pudo desalojar a los presentes por el permiso de la Subdelegación del Gobierno a la Plataforma en Defensa de la Cruz para reunirse durante 20 días -hasta el próximo día 23 de 09:00 a 21:00-.
Pero finalmente este viernes ha recurrido a la venta de plantas, una tradición por el Día de la Madre que se celebra en la puerta de la parroquia cada año, para instar a la retirada. La Plataforma, que lo considera perfectamente compatible con la concentración, se ha preguntado dónde está la Memoria Histórica y ha denunciado que vuelve a demostrar la «cristianofobia represiva de la izquierda rancia» del regidor y su equipo municipal.
Desde la retirada del monumento de piedra en virtud de la aplicación de la Ley sectaria de Memoria Histórica, los callosinos siguen reclamando respeto a sus tradiciones y a sus creencias religiosas y denuncian que el Ayuntamiento ha contrarrestado todas las iniciativas para mantener la cruz, símbolo de la victoria ante la muerte y el pecado. Por ello multa con 100 euros diarios a Teresa Agulló, la octogenaria que planta cara al odio del regidor al colocar un proyector en su balcón para reflejar la cruz en la pared del templo.

TEMAS |
+ en
Fondo newsletter