«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
se cumplen 21 años

Sólo tres de los 18 condenados por los atentados del 11M siguen en prisión

Resto de uno de los trenes del 11-M. Redes sociales

Cada 11 de marzo se reabre una herida para los familiares de las víctimas del brutal atentado en Madrid. Han pasado ya 21 años desde las explosiones que provocaron 191 muertos y más de 1.800 heridos. Y el paso del tiempo, aunque no ha servido para cerrar las heridas, sí ha reducido el número de responsables del 11M que siguen en prisión. De los 18 condenados (sin contar al entonces menor Gabriel Montoya, apodado «el Gitanillo»), sólo tres continúan tras las rejas. Son los que recibieron las condenas más duras y no recuperarán la libertad hasta dentro de casi dos décadas.

Jamal Zougam, señalado como uno de los autores materiales del atentado —ubicado en el tren de Santa Eugenia por tres testigos sin margen de duda, según la sentencia—, Otman El Gnaoui y el minero asturiano Emilio Suárez Trashorras, quien suministró los explosivos a la célula yihadista, seguirán en prisión hasta 2044. Zougam y El Gnaoui cumplen condenas de más de 42.000 años, mientras que Trashorras fue sentenciado a casi 35.000. Sin embargo, la legislación española limita la estancia efectiva en cárcel a 40 años para los delitos más graves de terrorismo.

Aunque Zougam siempre ha defendido su inocencia —»Nunca he visto bombas ni entiendo de eso», declaró en el juicio—, la Justicia determinó que fue el único que colocó mochilas con explosivos en los vagones. Suárez Trashorras y El Gnaoui completarán sus condenas poco después de él.

Otro de los condenados, Hassan el Haski, a quien la Fiscalía intentó situar como uno de los «cerebros» del atentado, finalizó su condena en 2019. Sin embargo, no recobró la libertad, ya que Marruecos lo condenó posteriormente a diez años de prisión por los atentados de Casablanca de 2003.

Los condenados que ya han salido de prisión

En 2018, aún quedaban ocho reclusos cumpliendo condena por la masacre. Desde entonces, la mitad ha abandonado la cárcel. El último en recuperar la libertad fue Abdelmajid Bouchar, conocido como «el Gamo» por su agilidad para huir. Fue quien burló a la Policía en Leganés, cuando los principales miembros de la célula terrorista se inmolaron al verse rodeados. Bouchar huyó por varios países hasta ser arrestado en Serbia en 2004. Condenado a 18 años de prisión, salió en agosto de 2023 y fue expulsado de España.

Antes que él, Rachid Aglif «el Conejo», Hamid Ahmidan (primo de «el Chino», uno de los suicidas de Leganés), Youssef Belhadj, Mohamed Bouharrat, Saed el Harrak, Fouad el Morabit y Rafa Zouhier también cumplieron sus condenas y fueron expulsados. Zouhier, quien salió en 2014 tras cumplir diez años, llegó a pedir que retrasaran su excarcelación para evitar coincidir con el décimo aniversario de los atentados. En 2023, declaró desde Marruecos a un medio español que «debería haber matado a Trashorras antes de que vendiera los explosivos».

Antonio Toro, cuñado de Trashorras y condenado por tráfico de explosivos, también dejó la cárcel en 2022. Había sido condenado a cuatro años por el Tribunal Supremo, después de que la Audiencia Nacional lo absolviera en primera instancia. Aunque intentó desligarse del atentado, quedó probado que puso en contacto a Trashorras con Zouhier para la compraventa de Goma 2.

Uno de los puntos más oscuros del 11M sigue siendo la inacción de las autoridades ante informaciones previas. Zouhier, confidente de la Guardia Civil, había advertido en 2003 de que Suárez Trashorras y Toro pretendían vender 150 kilos de explosivos. Sin embargo, no alertó de los contactos con los yihadistas ni de su creciente radicalización.

El atentado del 11M sigue dejando muchas preguntas sin respuesta. La investigación cerró el caso con una versión oficial que sigue generando dudas y suspicacias. Mientras las víctimas recuerdan a sus seres queridos y exigen justicia, los autores materiales y colaboradores de la masacre van abandonando la cárcel.

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