El incremento de actos delictivos y comportamientos incívicos en Musques ha llevado al alcalde, Eduardo Briones (PSE), a tomar medidas urgentes y dirigirse al juez decano de Baracaldo mediante una carta oficial. En la misiva, también firmada por el jefe de la Policía Local, Briones expresa su preocupación por la creciente inseguridad en el municipio, atribuida a un grupo reducido de menas de origen marroquí, la mayoría vinculados al centro de menores de Sopuerta.
Entre los incidentes más recientes, destacan hurtos en establecimientos comerciales y locales hosteleros, intentos de ocupación de inmuebles y molestias a los vecinos en espacios públicos. Según datos oficiales, se han registrado seis robos en apenas dos semanas, un incremento significativo si se compara con la media habitual de uno cada dos o tres meses. En los informes policiales, los mismos nombres de tres jóvenes aparecen repetidamente.
Uno de los episodios más llamativos ocurrió a finales de octubre, cuando agentes de la guardia urbana fueron alertados sobre la presencia de personas durmiendo en los baños públicos de la plaza de El Crucero. Estas personas, según testigos, estaban incomodando a los transeúntes, especialmente cerca de un parque infantil frecuentado por familias. Al llegar al lugar, los agentes encontraron a dos jóvenes, de 18 y 16 años, que habían forzado la cadena de entrada al habitáculo.
Durante la intervención policial, los identificados declararon haber estado vinculados al centro de menores de Sopuerta. Uno de ellos, el menor de 16 años, sigue interno en dichas instalaciones, mientras que el otro fue expulsado tras alcanzar la mayoría de edad. El centro fue informado de la situación, y un monitor acudió para recoger al menor y trasladarlo nuevamente a las instalaciones.
La situación ha generado alarma social entre los habitantes de Musques, quienes han comenzado a organizar patrullas vecinales para intentar protegerse ante lo que consideran una falta de acción policial y judicial. Según el alcalde, estas movilizaciones espontáneas están derivando en un pequeño «conato de rebelión popular».
Ante este panorama, el alcalde Briones ha solicitado una mayor implicación de las autoridades judiciales para atajar esta problemática y restablecer la tranquilidad en la localidad. En su carta, recalca la necesidad de una colaboración efectiva entre las fuerzas de seguridad y el sistema judicial para evitar que la situación se agrave.