OKDIARIO publica unas pruebas que actualmente están a disposición judicial y que proceden de los correos enviados a los agentes de los Mossos.
Josep Lluis Trapero permitió que los golpistas tuvieran dos horas y 38 minutos para introducir las urnas y colocar todo lo necesario en los colegios electorales el pasado 1 de Octubre. El exmayor de los Mossos no aclaró las dudas de los agentes y no concretó las órdenes genéricas pactadas en el Centro de Coordinación con el resto de fuerzas policiales.
Según OKDIARIO, que hace referencia a los correos enviados a los agentes de los Mossos el día del referéndum, los correos muestran la pasividad de Trapero. De hecho, el Mayor de los Mossos no ha negado su contenido.
Las pruebas revelan que, si el operativo de actuación comenzaba a las seis de la mañana, los Mossos no consiguieron tener constatación directa de la forma de actuar hasta pasada dos horas y 38 minutos del inicio del plan de acción.
Los correos destacan las «actuaciones del cuerpo de Mossos el día 1 de octubre, entre las 06:00 y las 21:00 horas». Se trataba de las pautas genéricas que Trapero dejó sin completar a la hora de controlar la afluencia en los colegios.
«Estas actuaciones se materializaron, a grandes rasgos, en las siguientes acciones: al menos una dotación uniformada se presentará en los centros previstos. Impedirán la apertura situándose en el acceso del local. Si encuentran personas en su interior se comprobará si hacen alguna actividad relacionada con la preparación del referéndum. Habrá que identificar a estas personas en caso afirmativo e intervenir el material que esté directamente relacionado, incluyendo en este caso ordenadores. Efectuadas estas acciones, se comunicará a las personas que tienen que desalojar el local y posteriormente se cerrará, siempre que no tenga ninguna actividad de servicio público en funcionamiento», rezaban las correos.
La afluencia masiva en los colegios rompió los esquemas y las órdenes genéricas establecían que «en caso de que haya un número de personas concentradas en el exterior se establecen los canales de comunicación para las dotaciones uniformadas, para que, en última instancia, mediante el centro de coordinación central, se valore la activación de estos recursos de apoyo, ya sean del cuerpo de Mossos o de otros cuerpos policiales». Fue entonces cuando los agentes autonómicos trataron de establecer comunicación con Trapero sin lograrlo hasta pasada más de dos horas.