El piloto marroquí de una narcolancha acusado de embestir y asesinar a dos guardias civiles en el puerto de Barbate, Karim El Baqqali, ha sido trasladado a la prisión de Botafuegos, en Algeciras, desde el centro penitenciario de Puerto II, en El Puerto de Santa María. La decisión de la junta de tratamiento se tomó a raíz de una solicitud de su abogado, quien argumentó que su cliente estaría más cerca de su familia —su mujer embarazada y varios hijos—, que reside en la Costa del Sol. No obstante, según adelanta OkDiario, es probable que la defensa de El Baqqali presente una nueva petición para acercarlo aún más, esta vez a la cárcel de Málaga, la más cercana a sus vínculos familiares.
El pasado 20 de septiembre, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate ordenó su ingreso en prisión provisional, sin posibilidad de fianza, tras ser acusado de arrollar intencionadamente a los dos agentes en febrero de este año. Además de los cargos por asesinato, se le imputan cuatro delitos de tentativa de asesinato, seis delitos de atentado, contrabando y pertenencia a organización criminal. El acusado, por su parte, declaró ante el juez que todo se trató de un «accidente», respondiendo tanto a las preguntas de su abogado como de la Fiscalía.
El Baqqali fue arrestado tras la publicación de un informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en mayo. Este informe descartaba que la narcolancha intervenida el 10 de febrero en La Línea de la Concepción fuera la que había embestido a la patrullera de la Guardia Civil en Barbate el día anterior. Según los elementos objetivos recopilados, la embarcación que causó la tragedia no era la misma que se había incautado horas después del incidente, exonerando así a Kiko el Cabra, que estaba inicialmente detenido por los hechos.
A petición de la Fiscalía, el ingreso de El Baqqali en prisión provisional fue ratificado por el juez, una medida a la que también se adhirieron las demás partes acusadoras. Este suceso, según informa OkDiario, ha conmocionado a las fuerzas de seguridad, que siguen buscando justicia para los dos agentes asesinados, en medio de un proceso que sigue acumulando pruebas y testimonios sobre lo ocurrido.