Los magistrados conservadores del Tribunal Constitucional (TC) Enrique Arnaldo, César Tolosa y Concepción Espejel han acusado a la mayoría progresista de «dar la espalda a la UE» por negarse a plantear una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) sobre la ley de amnistía. En un voto particular que responde a la decisión adoptada con el apoyo de la mayoría progresista de echar las peticiones del Senado, el Pleno ha resuelto que «no hay lugar» en este momento procesal a la apertura de un trámite de audiencia relativa al posible planteamiento de una cuestión prejudicial por parte del TC ante el TJUE.
No obstante, ha aclarado que esta decisión no anticipa lo que pueda terminar resolviendo tanto «sobre la necesidad de posponer el dictado de sentencia», porque así lo justifique una «razón jurídica», como sobre una eventual consulta al TJUE, en el marco de la deliberación del Pleno sobre la amnistía. Para estos tres magistrados, «resulta totalmente incomprensible que la mayoría haya decidido desestimar la petición de las partes de plantear una cuestión prejudicial y resolver la constitucionalidad de una norma como la ley de amnistía incumpliendo la obligación que le impone el artículo 267 Tratado de Funcionamiento de la UE, apartado 3″.
En este sentido, han denunciado que «ignorar el Derecho de la Unión en el supuesto que nos ocupa, en el que está en cuestión el Estado de Derecho, un valor fundacional que define la propia identidad de la Unión, y decidir que no es necesario plantear una cuestión prejudicial, supone no sólo negar la fuerza vinculante que tiene el Tratado de la UE sino, lo que es más grave, pone de manifiesto la decisión deliberada de la mayoría de dar la espalda a la UE y a su Tribunal de Justicia», dicen.
A su juicio, «carece de justificación que cuando nos enfrentamos a una norma nacional que por primera vez en los 40 años desde nuestra adhesión (a la UE) cuestiona no sólo los cimientos constitucionales de nuestro país, sino también los de la UE, la mayoría elija olvidar este compromiso en vez de cooperar con el TJUE en aras de salvaguardar los principios democráticos que compartimos y que nos unen».