La política proteccionista de la nueva administración norteamericana está dando los resultados apetecidos en más de un sentido, especialmente en uno de los objetivos más codiciados por el presidente: que las empresas americanas vuelvan a casa.
Así lo expresó el propio Trump durante la reunión del gabinete del pasado lunes en la Casa Blanca. Trump estimó que su administración ya ha identificado empresas valoradas en unos cuatro billones de dólares que «regresan o van a regresar» a Estados Unidos gracias a sus políticas arancelarias.
Se trata de empresas que en su día, hace ya décadas, desmantelaron sus fábricas en Estados Unidos y dejaron el país en busca de costes laborales más bajos en países extranjeros y que ahora vuelven para evitar los aranceles impuestos por Trump. Muchas de ellas ya lo han anunciado, asegura el presidente, añadiendo que este regreso supondrá muchos empleos bien remunerados.
Trump mencionó concretamente el sector de los semiconductores y criticó la ley de chips y ciencias de 2022, que según él no incentiva la producción nacional de microchips, ya que proporciona grandes subsidios a empresas que ya valen miles de millones. «Les dieron miles de millones de dólares a empresas que ya tenían miles de millones de dólares y que simplemente… dijeron: ‘Muchas gracias’. No fue un incentivo», dijo Trump. «Pero lo bueno es que los aranceles harán que quieran volver. Por eso están volviendo».