La devastación causada por la DANA en varias localidades de Valencia ha puesto en evidencia un problema inesperado que no había trascendido en los medios: la falta de autorización para que la UME y otros efectivos realicen ciertas labores en propiedades privadas. Este obstáculo ha generado frustración entre los vecinos afectados, como lo ha relatado un residente de Catarroja en el programa Tardear de Telecinco.
Durante su intervención, este ciudadano destacó que, aunque los cuerpos de emergencia han llegado puntualmente, su capacidad de acción está limitada: «Vienen, entran al garaje, ven lo que hay y se van. No tienen autorización para hacer nada«, explicó. Según señaló, las restricciones impiden que se realicen tareas fundamentales como limpiar el lodo, evacuar el agua o retirar vehículos atrapados en los garajes. Esta situación ha provocado una mezcla de impotencia y rabia entre los afectados.
La periodista Ana Rosa Quintana, impactada por el testimonio, expresó su sorpresa al conocer que estas limitaciones dependen de autorizaciones previas del Ministerio del Interior, bajo el mando de Fernando Grande-Marlaska. Ante esta información, la presentadora reflexionó sobre el papel de los centros de coordinación: «Supongo que habrá un centro de control, donde Marlaska esté coordinando esto«, señaló.
El vecino dejó claro que no tenía quejas contra los efectivos desplegados, como la UME, los bomberos o la Guardia Civil, quienes han demostrado su disposición para ayudar en lo que pueden. Sin embargo, criticó la burocracia que obstaculiza las labores necesarias: «No tienen permiso para actuar. Entran, ven lo que hay y se marchan. Después de 21 días seguimos con los garajes anegados y las tuberías bloqueadas«, lamentó.
Este ciudadano resaltó que algunos bomberos han llegado a realizar tareas que no les corresponden para intentar mitigar el problema, pero insistió en que la falta de autorización sigue siendo el mayor escollo. En sus palabras: «Si pudiéramos hacerlo nosotros, lo haríamos, pero tampoco tenemos permiso«. La situación, según él, se repite día tras día, sin soluciones visibles.
El relato de este vecino refleja una grave desconexión entre las necesidades de los afectados y la respuesta institucional, subrayando la urgencia de una mayor coordinación para que los recursos ya desplegados puedan ser utilizados de manera efectiva en la recuperación de las zonas más afectadas por el temporal.