Nos gobiernan individuos con serios problemas mentales y de conducta y otros que son analfabetos con diploma. Ejemplo del primer caso es Íñigo Errejón, el diputado acusado de acoso sexual y vejaciones por varias mujeres y que se defiende recurriendo a las denuncias falsas cuya existencia él negaba. Ejemplo del segundo es Carlos Martín Urriza, presidente de la comisión de Presupuestos del Congreso y también diputado de Sumar.
Con motivo de la posible marcha de España de las inmobiliarias Merlín y Colonial debido a la anunciada supresión del régimen fiscal del que gozan las socimi (sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario), el economista Martín Urriza defendió hace dos semanas la propuesta del Gobierno al que apoya con un post en X.
El corto texto es el siguiente: «Las grandes inmobiliarias son responsables de la subida de precios de la vivienda. Su salida de España contribuiría a bajar los precios de la vivienda».
Pero al diputado de izquierdas, encargado de presidir la comisión donde el Gobierno presenta y defiende el proyecto de Presupuestos Generales del Estado ante los parlamentarios, le cegó su condición de «guerrero de la justicia social». De la misma manera que en su partido o coalición se cree que el autónomo con una tienda y dos empleados pertenece a la misma clase social que los Botín o los March, Martín Urriza piensa que todas las inmobiliarias son idénticas.
Tanto Merlín como Colonial, ambas empresas cotizadas, no intervienen en el mercado de vivienda; se limitan al de oficinas. Así lo explican en sus páginas. Merlín: «Nuestra principal actividad es la adquisición y gestión de activos inmobiliarios comerciales en los mercados de oficinas, logística, centros comerciales y data centers». Colonial: «Es una compañía de referencia en el sector inmobiliario español. Especializada en el alquiler de oficinas en zonas prime».
Las viviendas y las oficinas son construcciones dentro de las cuales hay personas, pero con finalidades distintas. Confundirlas es como confundir el camión, la furgoneta, el coche, la moto y la bicicleta. Todos los anteriores son vehículos, pero no son iguales.
Si Merlín, Colonial y otras inmobiliarias dedicadas a la compra y alquiler de oficinas movieran su sede fuera de España o redujeran su actividad por trasladarla a otros países, el problema de la vivienda no entraría en vías de solución. Los jóvenes con empleos precarios que comparten piso ni se enterarían.
En cambio, el Gobierno PSOE-Sumar que Martín Urriza mantiene con su voto contribuye a hinchar la burbuja inmobiliaria con medidas como la venta de un enorme edificio en el barrio de Salamanca de Madrid, propiedad de Hacienda, por 204 millones de euros para la construcción de viviendas de lujo.
Antes de ser escogido por Yolanda Díaz para acompañarla en la lista electoral de la provincia de Madrid, Martín Urriza, licenciado en Económicas, fue director del Gabinete Económico del sindicato Comisiones Obreras de 2014 a 2023, miembro del Consejo Económico y Social de 2021 a 2023 y profesor asociado de la Universidad de Alcalá entre 2018 a 2023. ¡Y no sabe distinguir entre oficinas y viviendas!