Un correo electrónico enviado a la Junta Electoral Central deja en evidencia la implicación directa de Leire Díez, conocida como la «fontanera del PSOE», en la gestión del voto por correo durante las elecciones andaluzas de 2022. En dicho mensaje, enviado el 26 de abril de 2022 —el mismo día en que se publicó en el BOJA la disolución del Parlamento autonómico y la convocatoria electoral—, Díez solicitó aplicar medidas «excepcionales» por la pandemia para que los electores pudieran entregar sus papeletas directamente a los carteros, sin pasar por una oficina de Correos.
La Junta Electoral Central aceptó la propuesta, respaldándose en el criterio que había establecido por primera vez en mayo de 2020. A pesar de que habían transcurrido dos años desde el primer estado de alarma, la excusa sanitaria volvió a utilizarse para alterar el procedimiento tradicional del voto por correo.
Correos ha intentado desvincular a Díez de esta gestión asegurando que «nunca fue responsable» del voto a distancia, alegando que todas las funciones recaen en la Dirección de Operaciones. Sin embargo, la documentación a la que ha accedido The Objective demuestra que Díez fue clave en la coordinación, firmando consultas oficiales y supervisando procesos que afectaron directamente al voto.
La exmilitante socialista, periodista de formación y declarada sanchista, había aterrizado en Correos en noviembre de 2021 sin experiencia en el sector, de la mano del presidente del ente público, Juan Manuel Serrano, íntimo de Pedro Sánchez. Tres meses después ya ocupaba un cargo de nueva creación como directora de Relaciones Institucionales, Filatelia, Estudios y Futuro, con un sueldo cercano a los 120.000 euros anuales.
Díez ya era una figura conocida antes de este escándalo. Hace dos semanas, El Confidencial destapó un audio en el que la dirigente socialista conspiraba para acabar con la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil), buscando información comprometedora contra el teniente coronel Antonio Balas, que investiga al entorno familiar de Sánchez y el caso Koldo.
Desde entonces, se han multiplicado las revelaciones. Según publicó El Mundo, la fontanera del PSOE prometió protección judicial y favores de la Fiscalía a cambio de información delicada contra jueces, fiscales y periodistas que rodean al Gobierno. Además, mantuvo reuniones con altos mandos de la Guardia Civil investigados, como el comandante Rubén Villalba, implicado también en el caso Koldo.
Leire Díez ha intentado justificar sus encuentros como parte de la documentación para un supuesto libro sobre la «mala praxis judicial». Sin embargo, su trayectoria revela una estrecha cercanía con el núcleo duro del sanchismo: tras el Comité Federal del 1 de octubre de 2016, se unió a los grupos de apoyo al actual presidente. Desde entonces, ha pasado por la Empresa Nacional del Uranio, el entorno de José Luis Ábalos y finalmente Correos, siempre en cargos vinculados al aparato socialista.
Todo apunta a una implicación directa y consciente de Díez en un sistema que alteró las garantías del voto por correo, mientras el PSOE intenta desligarla y minimizar su papel.