«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Uno de los jugadores del equipo local está actualmente en el centro

Un grupo de menas del centro de Sopuerta (Vizcaya) espera a los juveniles de un equipo de fútbol para agredirles fuera del campo

Menas en pistas deportivas del País Vasco. El Correo

Un grupo de menas del polémico centro de Sopuerta (Vizcaya), por el que se celebraron manifestaciones antes de su apertura, se quedaron en la entrada del vestuario de un campo de fútbol en el municipio esperando al final de un partido juvenil entre su equipo local y la Peña Athletic de Santurtzi. Aunque no accedieron al terreno de juego, su presencia a la salida de los vestuarios desembocó en un altercado que ha vuelto a poner el foco sobre la situación del centro de menores ubicado en el Palacio de Quintana.

Los hechos se produjeron el pasado sábado por la tarde, tras la celebración del encuentro deportivo. Según fuentes conocedoras de lo ocurrido, uno de los jugadores del equipo local está actualmente acogido en dicho centro de menores, y varios de sus compañeros acudieron a visitarlo. Tras ser expulsados de las instalaciones deportivas, permanecieron en el exterior del campo, en una zona cercana a los vestuarios, donde acabaron cruzándose con los jugadores rivales.

Las imágenes captadas por un testigo, que se difundieron rápidamente a través de redes sociales, muestran una pelea en la que se utilizaron objetos contundentes como palos y sillas, aunque afortunadamente no se produjeron heridos de gravedad ni se presentaron denuncias formales. En el vídeo se observa cómo varios jóvenes se enfrentan con agresividad mientras otros tratan de separarles o huyen de los empujones y proyectiles.

Tanto la dirección del club Peña Athletic como la del equipo local han rechazado enérgicamente los actos violentos. «Aunque nuestros jugadores actuaron en defensa propia y el campo no era el nuestro, evaluaremos si corresponde aplicar algún tipo de sanción», señalaron desde el club santurtziarra, subrayando la importancia de mantener la disciplina y el respeto en el deporte base.

Los protagonistas de la pelea tienen entre 16 y 18 años, y todos son menores de edad. A pesar de la contundencia de las imágenes, el incidente no dejó daños personales serios, aunque sí ha reavivado la preocupación sobre la gestión del centro de acogida, que desde su inauguración ha sido foco de polémicas.

+ en
Fondo newsletter