Un juez de Mollet del Vallès (Barcelona) investiga a un inspector, un subinspector y un sargento de la unidad ARRO de los Mossos d’Esquadra tras una querella de un agente que sostiene que fue víctima de acoso laboral por denunciar que sus mandos daban consignas secesionista sobre el 1-O.
En un auto, al que ha tenido acceso Efe, el titular del juzgado de instrucción número 3 de Mollet del Vallès acuerda admitir a trámite la querella que presentó el agente de la ARRO contra los tres mandos policiales por los delitos de amenazas y coacciones, omisión del deber de perseguir delitos y contra la integridad moral.
En su querella, que este viernes avanza «El Mundo», el mosso denuncia que sus superiores lo empezaron a «amenazar y represaliar» después de que él denunciara ante la Dirección General de la Policía que un cabo y un jefe de subgrupo mantenían una conducta «fanática y de adoctrinamiento» con los agentes, movidos por su ideología independentista.
Según denunció el mosso d’esquadra ante la Dirección General, en fechas previas al 1-O, pero especialmente después del referéndum de independencia, sus superiores mostraron «irritabilidad e insultos frecuentes» hacia todos aquellos que no compartían su ideario y respecto a «otros cuerpos policiales e instituciones públicas».
La querella, redactada por el bufete de abogados Aranda Melgar & Tasies, sostiene además que los mandos investigados dieron indicaciones a los agentes que iban encaminadas a «incumplir sus obligaciones, como miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad», de impedir el 1-O, con comentarios que señalaban que su actuación contra el referéndum se limitaría ser «un paripé».
Después de esos hechos, añade el querellante, fue objeto de comentarios por parte de los querellados que trataban de «amedrentarle», así como de «presiones» para que dejara de denunciar y para provocar su «aislamiento en el trabajo».
